Las medidas dispuestas por el gobierno de Mauricio Macri para intentar frenar la escalada del precio del dólar y la fuga de divisas se estrenaron cumpliendo con su objetivo: la moneda estadounidense cerró la jornada a 58,41 pesos argentinos, 3,60 menos que el viernes, según el promedio del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

La jornada empezó con una suba de la divisa, que llegó a los 65 pesos argentinos, pero después empezó la baja, que se mantuvo hasta el cierre. En la venta al público en general, los bancos Galicia y BBVA cerraron vendiendo el dólar a 59 y el Santander, a 58.

Después del cierre de la jornada, el presidente del BCRA, Guido Sandleris, brindó una conferencia de prensa en la que enfatizó que “fue nula” la intervención del BCRA en el mercado de cambios durante esta jornada, por lo que la baja en el dólar se debe exclusivamente a la demanda y oferta, condicionada por las restricciones y por el hecho de que hoy es feriado en Estados Unidos.

Sandleris reivindicó las medidas, que “crean un paraguas” para “proteger la estabilidad cambiaria y a los ahorristas”. Subrayó que “se mantiene la plena libertad para extraer dólares y pesos de las cuentas bancarias para todos” y destacó: “El principio rector de las medidas que tomamos es no afectar a la gente, al ciudadano común, sino a la demanda de dólares para la especulación financiera”.

Además, el presidente del BCRA confirmó lo que venía siendo un rumor en los últimos días: el gobierno de Mauricio Macri está en diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para redefinir las próximas metas. El acuerdo entre Argentina y el FMI, que le prestó 57.000 millones de dólares, implica una revisión trimestral de las metas establecidas. El gobierno cumplió con estas metas hasta junio, pero ya prevé que no logrará hacerlo en setiembre, indicó Sandleris.

Las nuevas medidas

“El Ejecutivo se vio en la necesidad de adoptar una serie de medidas extraordinarias tendientes a asegurar el normal funcionamiento de la economía, sostener el nivel de actividad y empleo y proteger a los consumidores”, se puede leer en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que fue publicado ayer en el Boletín Oficial de Argentina. El Poder Ejecutivo, que la semana pasada señaló el resultado de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para justificar la situación que vive el país desde el 11 de agosto, recurrió a una serie de medidas para intentar frenar la escalada del precio del dólar y la fuga de divisas.

El DNU establece un límite a la venta de dólares para las personas físicas, algo que no pasaba desde que asumió el gobierno de Macri y levantó el cepo cambiario establecido por el gobierno anterior, de Cristina Fernández. Las compras estarán topeadas, a partir de hoy, en 10.000 dólares, cualquier operación superior deberá ser sometida a la aprobación del BCRA. Es habitual que en Argentina quienes pueden ahorrar lo hagan comprando dólares, un comportamiento derivado de la inestabilidad del peso, y lo elevado del tope parece permitir la continuidad de esta práctica.

Este, asegura el gobierno, será el único efecto que tengan las medidas sobre los ciudadanos: no habrá restricción al retiro de dólares de los bancos para ningún tipo de cuentas, ni corrientes ni de ahorro. Para evitar efectos colaterales, los bancos aumentaron su stock de dólares y ampliaron su horario de atención para garantizar que las personas puedan retirar sus depósitos en dólares si así lo desean, informaron varios medios argentinos.

Las otras principales medidas del DNU afectan a las empresas. Los exportadores estarán obligados a partir de hoy y hasta el 31 de diciembre a operar en el mercado local con las divisas que reciban a cambio de sus ventas. Específicamente, el texto dice que deberán liquidar sus divisas en un tiempo “breve”, algo que después fue aclarado por el BCRA en un comunicado: los exportadores tendrán cinco días hábiles después del cobro para liquidar los dólares. En cambio, los importadores no enfrentarán ninguna limitación, ya que “no hay restricciones para la compra de divisas para el comercio exterior”. Además, todas las empresas podrán comprar dólares sin restricciones para importación o pago de deudas a su vencimiento, pero precisarán el permiso del BCRA para comprar divisas “para la formación de activos externos, para la precancelación de deudas, para girar al exterior utilidades y dividendos y realizar transferencias al exterior”, indica el BCRA. De esta manera, se intenta impedir que las empresas fomenten la fuga de capitales, aunque las personas físicas sí siguen habilitadas para hacer transferencias a cuentas en el extranjero.

Esta limitación de transferencias también afecta a los bancos: “Las entidades financieras deberán contar con la autorización previa del BCRA para la distribución de sus resultados”, indicó un documento enviado por la entidad a los bancos que operan en Argentina. De esta manera, estos deberán pedir autorización para girar sus utilidades al exterior.

Una última restricción recae en los no residentes, situación en la que están miles de inmigrantes indocumentados: podrán comprar hasta 1.000 dólares por mes y no podrán hacer transferencias a cuentas bancarias en dólares en el exterior.

Cautela

Después de que el Frente de Todos, liderado por Alberto y Cristina Fernández, fuera el partido que recibió más votos en las PASO, el precio del dólar aumentó 36%, lo que, en una economía dolarizada como la argentina, implica un aumento directo en muchos productos y, por lo tanto, una inflación aun mayor. El gobierno intentó paliar esta situación con algunas medidas la semana posterior a las PASO (entre ellas, la quita del IVA a algunos productos de la canasta básica), pero, tal como advirtieron en su momento desde el Frente de Todos y varios analistas, no fue suficiente para frenar totalmente los aumentos de los precios, la cotización del dólar y la fuga de divisas. La semana pasada el gobierno reconoció que no podría cumplir con los próximos pagos de bonos de deuda en dólares y dictaminó una prórroga, a la vez que anunció que comenzará una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) nuevas condiciones para el pago del préstamo de 57.000 millones de dólares.

Justamente el FMI era uno de los pronunciamientos más esperados. El organismo indicó en un escueto comunicado publicado ayer que “está analizando los detalles de las medidas” y que está en “estrecho contacto” con las autoridades. Además, reiteró que estará al lado de Argentina en “estos tiempos desafiantes”.

Los principales referentes del Frente de Todos no se pronunciaron específicamente acerca de las medidas, aunque la ex presidenta pareció referirse a ese tema en una publicación de Twitter: “Todos tenemos que saber el lugar que tenemos que ocupar para ayudar a cambiar esto y que no sea el péndulo permanente. Intentemos en serio tener un proyecto de país que sea perdurable y viable”, escribió.

Cristina Fernández pidió al gobierno “un poco de decoro”

La inestabilidad cambiaria en Argentina y la votación obtenida por el Frente de Todos en las PASO “son el resultado de las políticas que llevó adelante este gobierno desde el 10 de diciembre de 2015”, aseguró la ex presidenta Cristina Fernández. Lo dijo el sábado, en un acto político en el marco de la gira que está haciendo para presentar su libro, Sinceramente.

Fernández dijo que cuando ella salió del gobierno Argentina “era un país que estaba encaminado”, aunque persistían algunos problemas, como la inflación, mientras que actualmente está “de vuelta con el Fondo [Monetario Internacional] y con 57.000 millones de dólares de deuda”. Además, criticó al presidente Mauricio Macri por señalar el resultado de las PASO como responsable de la inestabilidad: “A nosotros, que nos pasamos pagando las deudas de otros, que las actuales autoridades nos digan que lo que está pasando es por los populistas que vienen… La verdad que pido un poco de decoro cuando se habla”.