Con una retórica anacrónica, agresiva y desafiante, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, abrió este martes en Nueva York la 74ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Durante su discurso, que era esperado con expectativa, el mandatario ultraderechista no sólo no se mostró conciliador, sino que agudizó su prédica, poniendo en el foco de sus ataques al socialismo, a las organizaciones sociales, al presidente francés, Emmanuel Macron, y también a los medios.

Con palabras que recordaron a los tiempos de la Guerra Fría, Bolsonaro dijo: “La historia nos muestra que ya en los años 60 agentes cubanos fueron enviados a muchos países para implementar el régimen comunista [...] El Foro de San Pablo, organización criminal creada por Fidel Castro, [Luiz Inácio] Lula [da Silva] y [Hugo] Chávez en los años 90 para imponer el socialismo en América Latina, continúa vivo y tiene que ser combatido”. En el mismo plano ideológico, el brasileño afirmó que “el socialismo está haciendo las cosas bien en Venezuela, donde todos son pobres y desempleados”.

Bolsonaro dedicó varios minutos de su discurso a hablar sobre la cuestión de la Amazonia, devastada en los últimos meses como nunca por vastísimos incendios forestales. Al respecto, el ex capitán dijo que “en esta época del año el clima seco y los vientos favorecen los incendios, algunos espontáneos y otros criminales. Cabe resaltar también que existen incendios practicados por indios y poblaciones locales, como parte de su cultura y su forma de supervivencia”.

Siguiendo con el tema, mencionó “los ataques sensacionalistas” de los medios internacionales, que habrían influido en algunos gobiernos –sin mencionarlos, de esta manera aludía al francés y a la canciller alemana, Angela Merkel– que, a su entender, pretenden herir “la soberanía brasileña” al proponer intervenir en la Amazonia. “Todos los países tienen problemas, pero los ataques sensacionalistas que sufrimos por parte de los medios internacionales por causa de los focos de incendio despertaron nuestro patriotismo”, afirmó Bolsonaro. A su entender, los medios propagaron dos falacias, al decir que “la Amazonia es patrimonio de la humanidad y que es el pulmón del mundo”. El presidente brasileño afirmó que “valiéndose de esas falacias, algunos países, en vez de ayudar, se sumaron a las mentiras de los medios y se comportaron de forma irrespetuosa, con espíritu colonialista”.

A continuación, agradeció al presidente estadounidense, Donald Trump, quien en el momento del discurso de su homólogo brasileño estaba fuera de la sala de sesiones dando entrevistas. “Agradezco a aquellos que no aceptaron llevar adelante estas absurdas propuestas sobre la Amazonia. En espacial, al presidente Donald Trump, que sintetizó muy bien el espíritu que debe imperar entre los países integrantes de la ONU: respeto a la libertad y a la soberanía de cada uno de nosotros. [...] Esta no es la organización de los intereses globales, es la Organización de las Naciones Unidas”, sentenció Bolsonaro, que no ahorró críticas a las organizaciones sociales que trabajan en la Amazonia. “Las organizaciones sociales pretenden mantener a nuestros indios viviendo como hombres de las cavernas”, dijo.

Horas después, Bolsonaro tuvo un contacto con medios de prensa, a los que dijo que sus palabras “no fueron agresivas”. “Fue un discurso bastante objetivo y contundente, que no fue agresivo, sino que estaba buscando restablecer la verdad sobre algunas cuestiones de las que estamos siendo acusados los brasileños”, sostuvo.

Según consignaron medios brasileños, Bolsonaro dijo que no citó directamente al presidente francés. “Yo no cité el nombre de Macron ni el de Angela Merkel, la canciller alemana. Yo mencioné que Francia y Alemania son países que utilizan más de 50% de su territorio para la agricultura, mientras que Brasil apenas utiliza 8%, ¿OK?”, señaló.

Pero si bien Bolsonaro entendió que su discurso fue atinado, esta opinión no fue acompañada por la mayoría del espectro político brasileño. Por ejemplo, el gobernador del estado de San Pablo, João Doria, perteneciente al centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña, dijo que el discurso de Bolsonaro fue “inadecuado e inoportuno” y que además careció de “sentido común”. En una entrevista con el diario Folha de São Paulo, Doria dijo que “el discurso no tuvo referencias que pudiesen generar respetabilidad y confianza en Brasil, ya sea en el plano ambiental, económico o político. Por otra parte, Doria afirmó que esperaba que la participación de Bolsonaro en la ONU tuviera “una pésima repercusión”.

Más duro aun fue Marcelo Freixo, diputado del izquierdista Partido Socialismo y Libertad, quien recurrió a su cuenta de Twitter para atacar al mandatario: “Bolsonaro no se comporta como el presidente de una nación, sino como un líder fanático que habla sólo para los suyos. Es un falso patriota”, sentenció.