El presidente argentino, Mauricio Macri, llega a las elecciones del 27 de octubre con señales negativas. La coalición Juntos por el Cambio, que él lidera, consiguió en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) sólo 33,1% de los votos, frente al 49,2% del opositor Frente de Todos. Las encuestas que han sido publicadas desde el 11 de agosto indican que el resultado de las elecciones será similar, e incluso algunas le otorgan a Alberto Fernández una victoria en primera vuelta. En Argentina se evita el balotaje si uno de los dos candidatos obtiene 45% de los votos o si consigue más de 40% y una ventaja superior a los diez puntos porcentuales con respecto al segundo.

Pero estos datos no desaniman a Macri, que el sábado lanzó las 30 marchas del “Sí se puede”, su lema de campaña, con las que recorrerá 30 ciudades antes del 27 de octubre. “Se puede dar vuelta esta elección”, aseguró el mandatario, acompañado por su esposa, Juliana Awada, y su candidato a vicepresidente, el peronista Miguel Ángel Pichetto. “Hoy comienza la marcha del ‘Sí se puede’ por todo el país, hombro a hombro. Porque sabemos que un mejor país es posible”, arengó. Macri reconoció que la presencia de miles de personas en la reinaugurada estación de tren de Belgrano, uno de los barrios más ricos de Buenos Aires, le llegó “al alma” y “el corazón”: “Que estén acá significa mucho. Significa que compartimos el mismo amor por este país. Me sorprendieron”, agregó.

Como viene haciendo en el marco de la campaña electoral, el presidente dijo que las medidas adoptadas por su gobierno implicaron un esfuerzo demasiado grande para la sociedad, y atribuyó a eso su derrota en las PASO. Además, a riesgo de convertirse en el primer presidente que termina su mandato sin conseguir la reelección desde el regreso a la democracia, prometió: “Ahora viene el crecimiento, el trabajo, la mejora del salario y el alivio en el bolsillo, porque todos lo necesitamos”. “Estamos mucho mejor parados que hace cuatro años para comenzar a crecer”, aseguró.

Palabras vacías

El lanzamiento de campaña de Macri generó críticas en la oposición. Sergio Massa, primer candidato a diputado por el Frente de Todos, aseguró que se trata de la “gira de despedida” del presidente. En declaraciones a Radio Mitre, agregó que el gobierno “intenta generar alrededor del candidato alguna mística para tratar de recuperar una elección”, pero consideró que no lo va a conseguir, debido a los malos resultados de sus políticas.

También el candidato a presidente del frente opositor se pronunció al respecto: “Presidente, no prometa aquello que prometió alguna vez y no cumplió”, dijo en un acto en Salta, donde reemplazó a su candidata a vice, la ex presidenta Cristina Fernández, quien viajó sorpresivamente a Cuba para ver a su hija, Florencia. “No venga a decirnos que llegó la hora de comer, porque lo único que hizo fue sumergir en la pobreza a cinco millones de argentinos”, agregó.

Tercero en las encuestas, también Roberto Lavagna, el candidato de Consenso Federal, salió al cruce de la arenga de Macri. Ex economista de prestigio en Argentina (tanto para el peronismo como para el neoliberalismo), aseguró que “no es cierto” que Argentina esté en mejores condiciones “para empezar a crecer” como dijo el mandatario. “Hace cuatro años estábamos mal y hoy estamos peor, según las cifras oficiales: con más inflación, sin inversión, en recesión, sin consumo, con menos empleo, más pobreza y muy endeudados. Así, no se puede”, sostuvo en su cuenta de Twitter.