De acuerdo con una transcripción, publicada por la Casa Blanca, de la conversación telefónica que mantuvieron el 25 de julio el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, quedó claro que el líder republicano presionó al mandatario europeo a que investigara al ex vicepresidente y precandidato demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter. Trump también le pidió al líder ucraniano que trabajara sobre el tema junto con su abogado personal, Rudy Giuliani, y con el secretario de Justicia de Estados Unidos, William Barr, revela la transcripción de la llamada, citada por la cadena de noticias CNN.

“Se habla mucho del hijo de Biden y de que Biden detuvo la acusación, y mucha gente quiere averiguar sobre eso, así que cualquier cosa que pueda hacer con el secretario de Justicia sería genial. Biden alardeó de que detuvo la acusación, así que si puedes investigar...”, dice Trump, según el documento. Zelenski le responde: “Como hemos ganado la mayoría absoluta en nuestro Parlamento, el próximo fiscal general será 100% mi candidato”, y agrega: “Él o ella analizará la situación específicamente de la compañía que mencionó en este tema. El tema de la investigación del caso es, en realidad, asegurarse de restablecer la honestidad, así que nos ocuparemos de eso y trabajaremos en la investigación del caso”.

Giuliani, quien se desempeña como abogado personal de Trump, presionó durante mucho tiempo a Ucrania para investigar el llamado de Biden en 2016 para remover al principal fiscal de la nación eslava, quien en determinado momento había estado investigando una compañía de gas natural ucraniana en la que Hunter Biden, hijo del precandidato demócrata, ocupaba un alto cargo. De todas maneras, según consignaron medios estadounidenses, no hay evidencia de irregularidades cometidas por Joe o Hunter Biden.

Ayer Zelenski negó haber recibido presiones de Trump para investigar a los Biden. “Nadie puede presionarme, puesto que soy el presidente de un país independiente”, declaró Zelenski a una cadena de televisión rusa durante una entrevista en Nueva York, donde el mandatario europeo participa en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. En ese marco, ayer Zelenski se reunió con Trump para intentar bajar el tono en lo relacionado con este asunto, que colocó en una incómoda situación al mandatario estadounidense, quien, por su parte, también negó rotundamenete haber ejercido presión contra su par. En su canal de comunicación favorito, la red social Twitter, Trump denunció ser víctima de un “acoso presidencial” y ayer de mañana escribió: “No ha habido presidente más maltratado que yo en la historia estadounidense. Los demócratas están paralizados de odio y temor. No logran hacer nada. No debería permitirse que esto le vuelva a suceder a otro presidente. ¡Caza de brujas!”.

Pero más allá de las expresiones del presidente, luego de conocer la transcripción de la conversación entre los dos mandatarios, los demócratas aclararon este miércoles su intención de seguir adelante con el juicio político. “O el presidente no conoce el peso de sus palabras o no le importa ni la ética ni sus responsabilidades constitucionales, indicó la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. La transcripción y la actuación del Departamento de Justicia, de manera deshonesta en su complicidad con la ilegalidad del presidente, confirman la necesidad de una investigación de juicio político”. “Claramente, el Congreso debe actuar”, sostuvo Pelosi en un comunicado.

De todas maneras y pese a la iniciativa del partido opositor, es prácticamente imposible que el proceso culmine con la destitución del actual mandatario, que el año que viene pretende ser reelegido. Si bien los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes y por mayoría simple podrían aprobar una de las instancias del juicio político, el órgano que decide es el Senado, que tiene el poder de condenar políticamente a un presidente. Para que el mandatario sea destituido, una mayoría de dos tercios en el Senado, de 100 escaños, debe votar afirmativamente. Si lo hacen, el presidente debe renunciar. Pero los republicanos controlan el Senado, lo que hace muy poco probable que Trump se vea obligado a abandonar el cargo.