“Necesitamos una definición medianamente rápida sobre la deuda”, dijo el presidente argentino, Alberto Fernández. Las declaraciones son del domingo, pero la primera evidencia de que el gobierno pretende acelerar los trámites con su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI), llegó ayer, cuando se creó la Unidad de Relaciones Técnicas con el FMI. Este nuevo organismo asistirá al ministro de Economía, Martín Guzmán, en la “formulación y ejecución de la estrategia de relaciones” con el FMI y será el que formule las propuestas para avanzar en las conversaciones. De acuerdo a lo publicado ayer en el boletín oficial, el nuevo organismo dejará de funcionar el 31 de diciembre de 2021, si no antes, lo que indica que el gobierno espera que la etapa de negociaciones esté cerrada para ese entonces.

La creación de esta unidad en el Poder Ejecutivo se concreta mientras el ministro realiza su primer viaje oficial a Nueva York, donde empezó este lunes una serie de negociaciones con acreedores privados y el FMI con las que buscará “reperfilar el sendero de pagos” de la deuda, como una forma de garantizar su “sostenibilidad”.

Desde la llegada de Fernández el discurso del gobierno ha sido que Argentina quiere pagar la deuda pero no cuenta con los recursos para hacerlo, por lo cual es necesario armar un nuevo cronograma de pagos que le permita hacerlo sin caer en el cese de pagos.

Antes de partir rumbo a Estados Unidos, Guzmán aseguró que el FMI tiene “una mirada más realista” de lo que pasa en Argentina que durante el gobierno de Mauricio Macri. A raíz de eso, consideró que las conversaciones estaban “bien encaminadas” hacia un acuerdo.

No todo el peso de las negociaciones recae sobre Guzmán: el presidente estuvo en Israel y viajará a Europa, donde buscará respaldo entre los países que integran el FMI. En Israel Fernández se reunió durante el fin de semana con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien según el canciller argentino, Felipe Solá, le ofreció al presidente hablar a favor de Argentina con la presidenta del FMI, la belga Kristalina Gueorguieva. Según Solá, más allá del tema de la deuda, la actitud de Netanyahu fue solícita ante los pedidos de Fernández, “tuvo una actitud de servicio absoluta”, aseguró, y se limitó a plantear cosas a futuro, sin referirse a la polémica relación que Argentina mantuvo con Israel durante el gobierno de Cristina Fernández, vicepresidenta del actual gobierno.

“Argentina está en una negociación compleja, fundamental para su futuro”, indicó Solá, antes de precisar que durante su viaje Fernández se reunirá con líderes europeos que “tienen una silla en el FMI”.

El presidente argentino visitará a partir de mañana el Vaticano, Italia, España, Francia y Alemania. La agenda de Fernández, de acuerdo con la agencia pública Télam, incluye una reunión con el papa Francisco el viernes, la primera desde que es presidente. También verá el lunes al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y a la canciller alemana, Angela Merkel, mientras el martes será el turno del presidente español, Pedro Sánchez. Por último, el miércoles almorzará con su par francés, Emmanuel Macron.

La mayor parte de estas reuniones se coordinaron mientras Fernández estaba en Israel, donde participó en varios eventos que conmemoraron el 75º aniversario del fin del Holocausto. Mientras estaba en Jerusalén, Fernández dijo que “a los países que tienen un lugar en el directorio del FMI” Argentina les transmitió su “preocupación y deseo” de que acompañen su pedido para reprogramar los plazos del pago de la deuda.

La complicada situación de la provincia de Buenos Aires

La preocupación por la deuda argentina, en particular la que mantiene con el FMI, no es nueva, pero desde el comienzo del gobierno de Axel Kicillof surgió también una fuerte preocupación por la situación económica de la provincia de Buenos Aires.

El domingo vencía un bono por el cual la provincia tenía que pagar 250 millones de dólares. La administración de Kicillof logró aplazar el pago hasta el viernes, pero asegura que no tiene los fondos necesarios para cumplir. Por eso, este lunes presentó una última propuesta –postergar el vencimiento para mayo y pagar adelantado, la semana que viene, los intereses hasta esa fecha– que, según informó en un comunicado, recibió el apoyo de “un importante número de bonistas”. “Existe una situación de sobreendeudamiento [en la provincia] que requiere ajustes”, indica el texto, y “agostar la liquidez atándose a un calendario de vencimientos fijados con anterioridad a la crisis sería irresponsable”, agrega.