Un ataque lanzado por Estados Unidos sobre Irak causó la muerte de un comandante de los Guardianes de la Revolución, una fuerza paramilitar iraní que es liderada por el líder supremo de ese país, el ayatolá Ali Jamenei. El general Qasem Soleimani era comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución y murió junto al número dos de la milicia chiíta iraquí Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes.

Después de que comenzaran los rumores sobre la muerte de Soleimani, el Pentágono confirmó que murió durante un ataque ordenado directamente por el presidente Donald Trump para causar su muerte. “El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”, aseguró en un comunicado. “Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo”, agregó.

La tensión venía aumentando en los últimos días. La semana pasada una base estadounidense en Irak sufrió un ataque de la milicia Kata'ib Hizbulá, que actúa bajo el paraguas de Multitud Popular, que causó la muerte de un contratista. Como respuesta, Washington bombardeó posiciones de Multitud Popular tanto en Irak como en Siria, causando la muerte de decenas de sus combatientes. Pero las cosas no quedaron ahí: decenas de integrantes de la milicia protagonizaron el último día de 2019 un asalto contra la embajada estadounidense en Bagdad que se extendió durante varias horas hasta que decidieron retirarse.

La versión de las autoridades estadounidenses es que Multitud Popular -que usualmente actúa junto a las fuerzas regulares de Irak- dirige sus ataques contra objetivos estadounidenses porque cuenta con el respaldo de Irán, en particular, de la Fuerza Quds dirigida por Soleimani.

Además de los referentes de ambas agrupaciones, agencias internacionales informan que habrían muerto otras siete personas en el ataque aéreo que Estados Unidos llevó a cabo contra dos vehículos que circulaban por una carretera cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.

Estados Unidos llama a sus ciudadanos a irse de Irak "inmediatamente"

La embajada de Estados Unidos en Irak instó a sus ciudadanos a dejar el país "inmediatamente", "en avión mientras sea posible" o vía terrestre, informó la agencia de noticias AFP. La cercanía del ataque estadounidense al aeropuerto impactó también la operativa aérea en el país, que sufre demoras. Los principales caminos terrestres llevan a Irán o a una Siria en guerra, pero los secundarios permiten el paso a Arabia Saudita o Turquía.

Las reacciones en Irán e Irak

Soleimani era una de las personas del círculo cercano del ayatolá Ali Jamenei. La Revolución Islámica de 1979 dejó a Irán con una nueva Constitución que establece que la máxima autoridad del país, la jefatura de Estado, es del líder supremo, o ayatolá. Su brazo armado son los Guardianes de la Revolución, de los que es su máxima autoridad, y su misión es proteger el legado de la revolución. Por debajo de esta estructura están las demás instituciones iraníes, como la Presidencia o las Fuerzas Armadas.

Jamenei se pronunció rápidamente sobre el asesinato, lo atribuyó el asesinato a la “gente más cruel de la tierra” y se comprometió a llevar adelante “una dura venganza”, en un comunicado citado por medios locales. Por su parte, el presidente Hasan Rohani aseguró que “Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos”.

En Irak, el primer ministro, Adel Abdelmahdi -quien presentó su renuncia en noviembre por las protestas en contra del gobierno-, condenó duramente el ataque estadounidense. “Llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí [en referencia a Irán] constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país”, indicó en un comunicado, en el que también considera que la acción “enciende una guerra destructiva en Irak, en la región y en el mundo”. Además, Abdelmahdi recordó que la misión de las tropas estadounidenses en Irak es entrenar a las fuerzas iraquíes y luchar contra el grupo terrorista Estado Islámico “bajo la supervisión y con la aprobación del Gobierno iraquí”.

Por otra parte, milicias iraquíes proiraníes lanzaron llamados a prepararse para vengar la muerte de Soleimani, así como otras agrupaciones chiítas de la región. Entre ellas está el grupo chiíta libanés Hezbolá, cuyo líder, Hasan Nasralá, aseguró en un comunicado que “vengar a los asesinos de los combatientes será la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia”, en referencia al brazo armado del grupo. “Si Dios quiere, los asesinos estadounidenses no serán capaces de conseguir ninguno de sus objetivos tras este gran crimen”, agregó.

Este viernes, en horas de la tarde, desde el Pentágono también se informó que Estados Unidos enviará cerca de 3.000 soldados más hacia Medio Oriente. Según informó Asociated Press, funcionarios de Defensa, que hablaron bajo condición de anonimato dijeron que los soldados son de la 82da División Aerotransportada, con sede en Fort Bagg, en el estado de Carolina del Norte.

Estos efectivos se sumarán a los 700 efectivos de la misma división que fueron enviados a Kuwait hace pocos días luego de los incidentes que se produjeron en la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de milicianos respaldados por el régimen de Teherán.

Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el diplomático portugués António Guterres, llamó a los líderes mundiales a “ejercer la máxima moderación”. En un comunicado, manifestó que “el mundo no puede permitirse otra guerra en el Golfo”.

Este viernes, un nuevo ataque en Bagdad tuvo esta vez como blanco a una coalición de milicias iraníes, las Fuerzas de Movilización Popular. De acuerdo con la cadena Al Jazeera, la televisión de Irak informó del bombardeo aéreo, que tuvo como objetivo a un comandante de esas fuerzas, pero no dio el nombre del militar. Ese medio y la agencia AFP informaron que varias personas murieron y sufrieron heridas.

El pronunciamiento ruso

Rusia condenó el asesinato de Soleimani, al que consideró "un paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región". En un comunicado de la Cancillería, se agrega que "Soleimani se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán" y se expresan las "condolencias al pueblo iraní".

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