Varias organizaciones sociales que integran el Movimiento al Socialismo (MAS) se pronunciaron este viernes a favor de que el ex canciller boliviano, David Choquehuanca, sea el candidato presidencial. El dirigente de origen aimara llevaría como compañero de fórmula al líder cocalero quechua Andrónico Rodríguez.

Pacto de Unidad se denomina el grupo de movimientos que representan la base social del MAS, entre los cuales está la poderosa Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que en las últimas instancias electorales ha brindado su apoyo al ex presidente Evo Morales.

Las de mayo serán las primeras elecciones que el MAS enfrentará sin Morales como candidato, y el de Choquehuanca era uno de los nombres que sonaba para liderar la fórmula, junto al de Rodríguez, el del también ex canciller David Pary, y el del ex ministro de Economía Luis Arce. Choquehuanca fue ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia entre 2006 y 2017, fue uno de los que integró el gabinete por más tiempo, y a la salida del cargo se convirtió en el secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

“Por decisión de las organizaciones, nuestros candidatos son el hermano Choquehuanca, como presidente, y vicepresidente, Andrónico Rodríguez”, dijo a los medios el secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Teodoro Mamani. Agregó que este domingo un grupo de dirigentes viajará a Buenos Aires, donde está asilado Morales, para “conversar” sobre la decisión. “Luego, se espera una proclamación pública”, indicó.

Sin embargo, otra dirigente del MAS planteó el escenario en otros términos. La presidenta del Senado, y crítica de Morales, Eva Copa, dijo que las bases ya eligieron los nombres de forma definitiva y que a Morales sólo le resta “respaldar esa posición”. Copa, quien no ocupaba la primera línea del MAS hasta que su cúpula fuera desmantelada durante el golpe de Estado contra Morales, ha opinado que las decisiones deben ser de las bases y que no debe adoptarlas el ex presidente desde Argentina.

El resto, dividido

Todo indica que los sectores políticos bolivianos que se opusieron al gobierno de Morales se presentarán divididos a las elecciones del 3 de mayo. La presidenta del gobierno de facto, Jeanine Áñez, ha hecho varios llamados a la unidad para intentar evitar una victoria del MAS, que aparece como favorito en todas las encuestas con una ventaja que alcanza casi los diez puntos porcentuales.

La mayoría de los partidos que se presentaron a las anuladas elecciones de octubre ya confirmaron su participación con candidaturas propias en las próximas. Uno de los últimos intentos de reunir fuerzas tras una única candidatura fue la presentación de un acuerdo entre Marco Pumari y Luis Fernando Camacho, los llamados “líderes cívicos” que protagonizaron las protestas contra Morales y se mostraron abiertos a recibir el respaldo de las formaciones opositoras. Pero los partidos políticos se limitaron a saludar su pacto, sin declinar sus propias candidaturas.

Durante las protestas que en noviembre terminaron con el golpe de Estado, Camacho y Pumari lograron entrar a la sede de la presidencia, el Palacio Quemado, con una Biblia y una carta en la que pedían la renuncia de Morales, que ya no se encontraba allí.

La posibilidad de una alianza política entre los dos dirigentes opositores había quedado descartada a comienzos de diciembre, cuando trascendieron unos audios en los que Pumari parecía pedirle a Camacho 250.000 dólares a cambio de aceptar su oferta para ser candidato a vicepresidente. En el audio, Pumari argumentaba que necesitaba esa plata para “tener la logística necesaria” para hacer campaña. Posteriormente él reconoció que la había pedido, pero dijo que la cifra era más baja. Por su parte, Camacho dijo públicamente que no le pagaría y que descartaba la posibilidad de llegar a un acuerdo.