La Secretaría de Seguridad del estado mexicano de Zacatecas, situado en el centro norte del país, aproximadamente a 550 kilómetros del Distrito Federal, informó que 16 personas resultaron muertas y cinco heridas, luego de una batalla que se desencadenó tras un encuentro de fútbol que disputaron dos cárteles rivales, el de los Zetas y el del Golfo, el 31 de diciembre en una cancha situada dentro de un predio carcelario.

La fricción empezó dentro de la cancha, con golpes arteros e insultos entre los integrantes de ambos equipos, que no pudieron ser controlados por el improvisado árbitro del encuentro. Posteriormente, la violencia se trasladó hacia afuera del terreno de juego, donde otros integrantes de estos poderosos grupos delictivos, además de familiares de los reclusos, se encontraban viendo el partido, que en principio tenía un carácter festivo por tratarse del último día del año.

Criminales de los dos grupos sacaron armas de fuego e intercambiaron disparos y agresiones con armas blancas durante algunos minutos. Luego de la intervención de las autoridades se constató que 16 reclusos resultaron muertos y otras cinco personas, entre las que había familiares de los presos, resultaron heridas.

Según consignaron medios mexicanos, la batalla protagonizada por los cárteles rivales generó la movilización de un gran número de policías, pero también de efectivos del Ejército y de la Guardia Nacional. Varias ambulancias debieron ingresar a la cárcel para trasladar a los heridos en la refriega a hospitales cercanos.

El gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello, lamentó la muerte de los reclusos y ordenó reforzar las revisiones dentro del centro penitenciario. Los peritos del Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses y Policía Ministerial abrieron un expediente de investigación para conocer a los responsables de los homicidios y para lograr determinar quienes introdujeron las armas de fuego en el penal.