Five Eyes (“cinco ojos”, en inglés) es una alianza formada por cinco países cuyo principal objetivo es cooperar en el ámbito de la inteligencia. Está integrada por las principales potencias angloparlantes: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, países que comparten entre sí la información sensible que recopilan y se han comprometido a no espiarse.

Esta asociación empezó a fraguarse en el contexto de la posguerra, en 1946, cuando Reino Unido y Estados Unidos firmaron el tratado UKUSA para compartir información de inteligencia. El objetivo era establecer una coalición que interceptara y descifrara las comunicaciones del bloque del este durante la Guerra Fría. A esta coalición pronto se adhirieron tres antiguos dominios británicos: Canadá, en 1948, y Australia y Nueva Zelanda, en 1956.

Lo que se conoce sobre Five Eyes no es mucho, pues la propia naturaleza de la alianza hace que esta siga siendo muy opaca. Su existencia recién se dio a conocer a partir de los años 90, con el descubrimiento del sistema Echelon, una red de recopilación de información que forma parte de los recursos de la alianza, y la revelación causó el suficiente revuelo como para que el Parlamento Europeo encargara un informe al respecto. Aunque este confirmó la existencia del grupo y advirtió de la posible ilegalidad de sus acciones, restaba importancia a Five Eyes. No obstante, las revelaciones de Edward Snowden en 2013 reavivaron el debate sobre esta red, lo que demostró que los países integrantes de la alianza la habían utilizado para espiar a sus propios ciudadanos.

Más allá de esa polémica, Five Eyes ha vuelto recientemente a estar en el punto de mira, por la división que crece entre sus miembros a cuenta del 5G: mientras que gobiernos como el de Reino Unido han optado por la empresa china Huawei para que implante la infraestructura 5G en su país, otros, como el de Estados Unidos, ven con recelo las intenciones de China y consideran a Huawei una amenaza para su seguridad.

A pesar de los desencuentros que se han producido en el seno de Five Eyes, el hecho de que sea una de las redes de cooperación en materia de inteligencia más integradas del mundo hace improbable su disolución. De hecho, su modelo ha sido replicado en otros grupos más grandes de países, como Nine Eyes (en los que también están Dinamarca, Francia, Países Bajos y Noruega) y Fourteen Eyes (con Alemania, Bélgica, España, Italia y Suecia), si bien con una cooperación mucho más limitada.