En la noche del domingo el gobierno uruguayo condenó los hechos ocurridos en Caracas que terminaron con la elección de Luis Parra como titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, desplazando al autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, quien denunció, junto con otros legisladores opositores, que la Guardia Nacional Bolivariana les impidió entrar a la sede del Poder Legislativo.

En la declaración emitida por Cancillería, el gobierno manifestó su preocupación ante la “conculcación de los derechos de los diputados de la Asamblea Nacional venezolana, expresión máxima de la democracia”, y particularmente condenó el accionar de la Guardia Nacional Bolivariana, “que impidió a los representantes legítimamente electos por el pueblo” participar en la sesión del domingo, en la que debía elegirse un nuevo presidente del órgano. “La actitud del gobierno de Venezuela daña seriamente los esfuerzos de la comunidad internacional para colaborar con los venezolanos, a través del diálogo y la negociación, en lograr una salida a la grave crisis institucional que sufre ese país”, sostiene el comunicado de Cancillería, que llamó a “todos los actores venezolanos, pero en particular al gobierno, a evitar acciones que continúen agravando la situación y poniendo en riesgo la estabilidad del país”.

Si bien se trató de una de las declaraciones del gobierno uruguayo más críticas con el régimen del mandatario venezolano Nicolás Maduro, el senador nacionalista y futuro ministro de Defensa Nacional, Javier García, sostuvo que esta adolece de una “timidez absoluta”. “Algún día sabremos cuáles fueron las circunstancias que lograron esta complicidad. No falta mucho para eso. Seguramente haya cosas muy oscuras”, aseguró en declaraciones a Radio Montecarlo. En una misma línea, el diputado Pablo Abdala catalogó la declaración de “tibia”, e ironizó a través de Twitter que a la cancillería uruguaya “hay que reconocerle coherencia: siempre recurriendo a eufemismos, y nunca diciéndole por su nombre a la dictadura [en Venezuela]”.

Ayer por la noche, el presidente electo Luis Lacalle Pou sostuvo que la declaración del gobierno uruguayo es “tibia”, aunque el comunicado del gobierno “es un poco más en el sentido que esperamos”. “Cuesta tanto a veces decirle con todas las palabras a Maduro que es un dictador”, agregó.

Otros legisladores, pero del Frente Amplio, sostuvieron que la declaración de Cancillería no fue satisfactoria, pero no por su timidez, sino por las responsabilidades que atribuye. El diputado del Partido por la Victoria del Pueblo Luis Puig sostuvo que el comunicado “no refleja lo que está pasando en Venezuela”, aunque “no empaña el papel jugado por el gobierno uruguayo, que ha sido el correcto, ayudando al diálogo”. Para Puig “Venezuela viene enfrentando una operación digitada por Estados Unidos con Guaidó como intérprete” y “lo que se instaló fue la Asamblea Legislativa, donde participan no sólo diputados bolivarianos, sino de la oposición”, por lo que “hubo una operación mediática para desacreditar ese tema”. “No comparto el comunicado, pero no desdibuja lo hecho por Uruguay en ese sentido”, resumió.

En tanto, el diputado de la lista 711 Saúl Aristimuño consideró que Cancillería se “apresuró” con la declaración. “Es muy confusa la situación. No me queda claro qué es lo que pasó ni qué era lo que pretendía [Guaidó] y cómo a la vez la oposición lo critica, yo no me hubiera apresurado”, expresó.

Otros sectores políticos sí respaldaron al canciller. El secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, dijo que el comunicado “es claro y contundente sobre un hecho que genera gran preocupación, porque daña ese proceso de búsqueda de una salida negociada”, y expresó que el gobierno uruguayo “ha mostrado y muestra una vez más equilibrio, capacidad de marcar posición firme ante cualquier acción –de cualquiera de los actores involucrados en el conflicto– que vulnere los principios que defiende la política exterior uruguaya y el respeto a la autodeterminación del pueblo venezolano”.