El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, habló este jueves sobre la operación anticorrupción realizada el miércoles, en la que el senador Chico Rodrigues, intentó esconder dinero en sus calzoncillos durante una operación de la Policía que buscaba detener a personas vinculadas con desvíos de fondos de dinero destinados a combatir la pandemia de coronavirus. Rodrigues, perteneciente al partido derechista Demócratas, era uno de los vicepresidentes de la representación del gobierno en el Congreso –cargo del que fue destituido luego de la escandalosa situación que se registró en su casa en la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima, limítrofe con Venezuela–.

Según informó la revista Crusoé, que fue la que reveló el dato de la manera peculiar en que el parlamentario intentó esconder el dinero, en este operativo la Policía Federal logró incautar 30.000 reales en efectivo, unos 5.300 dólares. Rodrigues negó haber cometido ningún acto de corrupción de su parte en un comunicado que publicó horas después de la acción en su domicilio. “La Policía Federal hizo su parte en una investigación en la que se citó mi nombre. Sin embargo, mi casa fue invadida sólo por hacer mi trabajo como parlamentario, que es traer recursos para combatir la covid-19 en el estado”, dijo el parlamentario, quien no aclaró por qué razón escondió el dinero en sus prendas íntimas. Obviamente, sus palabras no lograron convencer a nadie.

Como primera medida, Bolsonaro ordenó destituir a Rodrigues de su cargo como representante del gobierno en el Parlamento. El ahora defenestrado senador era un firme aliado del mandatario en el Congreso e incluso, poco después de conocida la acción de la Policía en su casa, comenzaron a circular en internet videos en los que Bolsonaro y Rodrigues aparecen juntos e intercambian elogios. En uno de ellos, según consignó Folha de São Paulo, refiriéndose a los años de convivencia en la Cámara de Diputados, Bolsonaro, bromeando, dice que ambos tienen “una unión casi estable”.

En otro video, grabado cuando Bolsonaro ya era presidente, presenta a Rodrigues como un “viejo colega de la Cámara de Diputados”. Además, un sobrino de Bolsonaro, Leonardo Rodrigues de Jesus, se desempeña como asesor del senador Rodrigues, según informó el portal Brasil247.

A pesar de todos estos hechos, que dejan en claro un estrecho vínculo entre el mandatario y el legislador caído en desgracia, cuando Bolsonaro habló este jueves sobre el tema tomó la debida distancia de la situación y defendiendo el accionar policial. A la salida del Palacio de la Alvorada, en Brasilia, en el momento en que saludaba a un grupo de simpatizantes, el mandatario habló con la prensa sobre la situación que había tenido lugar un día antes en la casa del senador. “Parte de la prensa me está acusando de que Rodrigues es mi amigo, que lo puse como uno de los vicepresidentes en el Congreso, y que por eso no lucho contra la corrupción. Este operativo de la Policía Federal de ayer se hizo en conjunto con la Contraloría General de la Unión, cuyo ministro es el capitán Wagner Rosário; es decir, estamos combatiendo la corrupción, no importa quién sea el sospechoso”, declaró el presidente. “Esta investigación de ayer fue un ejemplo típico de mi gobierno, que no tiene corrupción y que no hace otra cosa que combatirla”, agregó.

Desde la noche del miércoles, desde los círculos políticos más cercanos al presidente se comenzaron a mandar mensajes a Rodrigues sugiriéndole que dejara la vicepresidencia en el Senado en representación del gobierno para concentrarse en su defensa, ya que incluso el partido que integra analiza su expulsión.

Por su parte, la Justicia tomó cartas en el asunto y este jueves el Supremo Tribunal Federal, mediante una acción presentada por uno de sus integrantes, Roberto Barroso, decidió suspender por 90 días de su cargo de senador a Rodrigues. El jurista envió el caso al Senado, que será el que en última instancia decidirá si el legislador permanece en el cuerpo o es desaforado.