“Afirmamos que los gobiernos tienen el derecho soberano de hacer sus propias leyes para proteger la vida de inocentes y redactar sus regulaciones sobre el aborto”. Con esas palabras resumió el secretario de Servicios Humanos y de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, el contenido de la Declaración de Consenso de Ginebra. Durante la ceremonia en la que se estamparon las firmas, agregó que el objetivo de los países firmantes es frenar la intención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de promover legislaciones nacionales que garanticen el derecho al aborto.

“Algunas naciones ricas y agencias de la ONU [...] afirman erróneamente que el aborto es un derecho humano universal”, agregó Azar. “No existe el derecho al aborto”, subrayó, y destacó la unión de 32 países para “la protección de la vida, nacida y no nacida”. En la misma línea se pronunció la ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos de Brasil, Damares Alves: “Celebramos que el texto de la declaración firmada consagre la inexistencia del derecho a la interrupción del embarazo, como a veces se afirma en determinados foros internacionales”.

El documento fue enviado a la ONU, y es una respuesta a un documento publicado en 2018 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el que se señala que es un derecho fundamental de la mujer el tomar sus propias decisiones con respecto a un embarazo. La iniciativa une a diversos gobiernos de derecha. Fue promovida por Brasil, Estados Unidos y otros cuatro países (Egipto, Hungría, Indonesia y Uganda), pero en total fue firmado por 32.

Representantes de partidos de izquierda brasileños manifestaron su repudio a este documento, que fue considerado un atropello y un intento de mandar sobre los cuerpos de las mujeres. La organización civil Conectas fue una de las primeras en rechazar la declaración. En un comunicado, señaló que la declaración se suma a “otras iniciativas que buscan imponer barreras al aborto legal”, lo cual en el caso de Brasil es contrario a acuerdos internacionales que el país ha firmado.

La limitación del aborto en Polonia

Movilización en Polonia contra la decisión del Tribunal Constitucional de eliminar la malformación del feto como un supuesto válido para la interrupción legal del embarazo

Movilización en Polonia contra la decisión del Tribunal Constitucional de eliminar la malformación del feto como un supuesto válido para la interrupción legal del embarazo

Foto: Janek Skarzynski, AFP

Uno de los gobiernos que respaldó la declaración es el de Polonia, y lo hizo en la misma semana en la que su cuestionado Tribunal Constitucional restringió el derecho al aborto. En ese país se contemplaban tres supuestos para permitir la interrupción del embarazo: cuando es una amenaza para la vida o la salud de la madre, cuando es resultado de una ilegalidad ‒como violación o incesto‒ o por malformación fetal.

La Justicia eliminó este último supuesto al fallar a favor de una demanda en la que se argumentaba que representaba una forma de eugenesia que no respeta la dignidad humana, informó la agencia de noticias Efe. La demanda fue presentada por el conservador partido Ley y Justicia, que gobierna el país. El aval del Constitucional fue celebrado por sus dirigentes y criticado por la oposición, así como por integrantes de la Unión Europea, que también cuestionan la independencia del Poder Judicial en Polonia.

El ex primer ministro polaco y ex presidente del Consejo Europeo Donald Tusk consideró en su cuenta de Twitter que “lanzar el tema del aborto y fallar en un pseudo tribunal en medio de una pandemia furiosa es más que cinismo. Es una villanía política”.

Este viernes miles de polacos colmaron las calles de varias ciudades del país para protestar por esta decisión del Tribunal Constitucional. En Varsovia se hizo una marcha hacia la casa del líder del partido de gobierno, el viceprimer ministro Jaroslaw Kaczynski.

Tanto el presidente, Andrzej Duda, como la Conferencia Episcopal de Polonia defendieron el fallo.