El martes asumió como nueva titular de la Contaduría General de la Nación (CGN) la contadora Magela Manfredi, que ya ocupaba el cargo de directora de la Unidad de Presupuesto Nacional dentro del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Según comentó en el acto de asunción del cargo la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, la decisión busca impulsar “una nueva etapa en el rol de la CGN”, reforzando las tareas “de gestión y planificación presupuestal”.

El mes pasado la diaria había adelantado esta reestructura interna en el MEF, que implica la unificación de la CGN y la Unidad de Presupuesto, así como la salida del cargo de Susana Pesquera, la anterior contadora general de la Nación.

Arbeleche manifestó que “en estos meses que lleva la nueva administración entendimos que era más oportuno volver a esa forma de trabajo [con la unificación de las dos dependencias], que habíamos visto en algún otro momento”. Señaló que “el trabajo interno” en el MEF entre la CGN y la Unidad de Presupuesto “nos hicieron ir naturalmente a tomar esta decisión”.

Sin embargo, para el sindicato de la CGN el cambio implica continuar “sacando potestades” al organismo, un proceso que comenzó “hace años”. Así lo manifestó en setiembre a la diaria la presidenta del sindicato, Gabriela Fajardo. “Ya el presupuesto no se estaba gestionando directamente en la CGN, sino que lo bajaban desde el MEF para corregirlo. Nos parece que no está bueno que le sigan sacando importancia a la CGN, aunque hay algunos compañeros que argumentan que está bien que no se dupliquen las tareas”, expresó.

En la web de la CGN se detalla que “es el órgano responsable del sistema presupuestario nacional, encargado de diseñar, ejecutar y controlar el proceso presupuestario y la contabilidad del sector público”.

Manfredi dijo al asumir el cargo que “empieza una nueva etapa que nos lleva a resignificar las competencias que la CGN tiene desde hace tantísimos años”. Respecto de esas funciones del organismo, añadió: “Competencias en relación a números, a balances, a información fiable, a control de ejecución presupuestal, a formulación de presupuestos, a formulación de balances. Pero eso que puede sonar muy árido es fundamentalmente a lo que nosotros le tenemos que dar un significado. Los números tienen significado. Detrás de esos números está el accionar de una infinidad de organismos que plasman en ellos sus políticas públicas, y por lo tanto es absolutamente necesario tener ese conocimiento profundo de cada uno de ellos, tener esa visión y poder acompañar a cada uno de ellos en esa ejecución”. 

La actual directora de la Unidad de Presupuesto y contadora general de la Nación trabajó en el MEF entre 1985 y 2005, luego pasó a la actividad privada —fue gerenta administrativa de la firma Deceleste— y este año fue convocada por las nuevas autoridades. Según consignó El Observador, es una persona de confianza del titular de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, que presentó su nombre a Arbeleche. 

Durante sus primeros meses en el MEF, la contadora estuvo abocada a la elaboración del proyecto de ley de presupuesto que el gobierno presentó al Parlamento a fines de agosto. De hecho, fue una de las autoridades económicas que hablaron ante jerarcas y legisladores cuando hubo una reunión en la residencia de Suárez y Reyes para presentar los ejes del presupuesto. Otro cambio interno que se dará en el MEF y fue anunciado días atrás tiene que ver con la salida de Hernán Bonilla como director de la Asesoría Macroeconómica —en los hechos el tercer cargo en relevancia, detrás del ministro y el subsecretario—, que pasó a ser asesor de la ministra. Lo que ocurre es que ese rol perderá relevancia en la estructura interna por la creación de la Dirección de Política Económica, que ocupará Marcela Bensión, hoy asesora de Arbeleche. A su vez, Bonilla integra en nombre del MEF la comisión de expertos que comenzará a trabajar para la reforma del sistema de seguridad social.