Medios brasileños informaron este miércoles que la diputada federal Talíria Petrone, que es representante del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) por el estado de Río de Janeiro, recurrió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante las persistentes amenazas de muerte que viene sufriendo desde hace al menos cuatro años.

Petrone envió el 22 de este mes una carta redactada en inglés a las relatoras de derechos humanos de la ONU, en la que les explicaba la situación que se encuentra viviendo, pero en la que también pidió que se identifique a todos los autores, tanto materiales como intelectuales, del asesinato de Marielle Franco, quien era edila del PSOL y fue asesinada en Río de Janeiro en marzo de 2018.

“Como diputada electa, defensora de los derechos humanos y negra que se identifica en las luchas contra el racismo, la misoginia y otras formas de discriminación, yo tomo las amenazas dirigidas contra mí como una amenaza para la propia democracia”, expresó la legisladora en una entrevista con Carta Capital.

Las nuevas amenazas contra Petrone fueron identificadas en junio por la línea Disque Denuncia, servicio que está a cargo de la Policía de Río de Janeiro. Desde la entidad se informó a la Cámara de Diputados que había más de cinco grabaciones en las que aparecían personas hablando sobre la muerte de la legisladora de izquierda.

Desde entonces, Petrone está siendo escoltada por la Policía Legislativa, una unidad que se encarga de proteger a los integrantes del Congreso brasileño.

Acerca de la situación que está viviendo, la diputada dijo que “la democracia está sufriendo un gran retroceso en el país. No creo que sea una cuestión de incapacidad, sino que es una decisión política que no haya una respuesta de las autoridades en mi caso. Esto es consecuencia de los tiempos que estamos pasando, de un autoritarismo desmedido y de poco aprecio por la democracia”.

La diputada Petrone contó que las primeras amenazas de muerte las recibió cuando fue electa edila por la ciudad de Niterói, ubicada en el estado de Río de Janeiro, en 2016, el mismo año en que fue electa edila Marielle Franco, asesinada en marzo de 2018 en la urbe carioca.

Luego de las elecciones de 2018 en las que resultó electa diputada federal y debió trasladarse a vivir a Brasilia, la Policía informó que había descubierto en la deep web a un grupo de personas tramando el asesinato de Petrone.

Luego de informar de este hecho a la Cámara de Diputados, la legisladora pasó a ser escoltada por la Policía Legislativa a pedido del presidente de la Cámara, Rodrigo Maia.

La escolta duró desde abril de 2019 hasta febrero de este año, cuando las tareas policiales fueron interrumpidas como consecuencia de la pandemia de coronavirus, pero, como se mencionó anteriormente, la protección a Petrone se retomó en junio luego de nuevas amenazas.

Pero lo más inquietante del caso es que, a pesar de todos los episodios que están en conocimiento de la Policía desde hace largo tiempo, la Justicia no ha determinado el inicio de una investigación para identificar los orígenes de las amenazas contra la diputada del PSOL.

Es por esto que Petrone decidió informar sobre su situación directamente a la ONU, ya que, si las relatoras consideran el caso, la denuncia se formalizará y deberá ser explicada por el gobierno brasileño. La idea de la legisladora con su acto fue forzar a las autoridades competentes a actuar, o al menos dar a conocer la situación a nivel internacional, lo que puede darle una mayor protección.

“Estamos buscando todas las maneras de mantenerme protegida para poder seguir ejerciendo el mandato para el que fui electa. Tantas amenazas limitan mi relación con algunos territorios y demandan un cuidado más grande al circular por las ciudades, lo que dificulta el ejercicio parlamentario”, concluyó Petrone.