La incertidumbre es la nota predominante en Bolivia, donde el domingo, luego de dos postergaciones debido a la pandemia de coronavirus, se realizarán las elecciones generales, en las que además de presidente y vicepresidente, se elegirán todos los cargos de las dos cámaras parlamentarias que conforman la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Los hechos de violencia entre militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) y de los candidatos derechistas han marcado una campaña electoral, cruzada por la pandemia, que agudizó la crisis económica que vive el país.
Pero, además, existe una enorme desconfianza sobre la cristalinidad del proceso electoral, teniendo en cuenta el antecedente de octubre del año pasado, cuando los comicios que habían sido ganados por Evo Morales, generaron una tremenda reacción por parte de sus opositores, que, basándose en un informe de la misión de la Organización de Estados Americanos, terminaron con la salida del líder del MAS del poder.
Justamente, sobre la especial coyuntura en que se realizarán los comicios, se expresó este jueves el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, quien expresó que el del domingo, será el proceso electoral “más complejo” de la historia democrática del país.
Romero hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa virtual que mantuvo con corresponsales de prensa extranjeros que están en Bolivia. El titular del TSE, de acuerdo a lo que informó Efe, agregó que su afirmación “no es exagerada”, ya que la complejidad de organización de los comicios estuvo marcada inclusive antes de la llegada de la pandemia de coronavirus al país, en el mes de marzo.
La dificultad, explicó Romero, estuvo dada por “la anulación de la elección de 2019”, que es algo de “mucha gravedad para cualquier país”.
El funcionario explicó que en lo que va del siglo XXI, en América Latina únicamente se anularon dos elecciones, la peruana en 2000 y la boliviana el año pasado. Romero agregó que el importante impacto que la pandemia causó el país fue otro factor que agregó dificultades extras a la organización de las elecciones. Por ejemplo, debido a la excepcional situación sanitaria que se vive en el país, los 7,3 millones de electores que están habilitados para votar lo harán en dos turnos, por la mañana y por la tarde, dependiendo del número final de la cédula de identidad. Además, se agregará una hora más de lo que es habitual en las jornadas electorales, una de las medidas con las que se busca evitar las aglomeraciones en los locales de votación de toda la intrincada geografía del país.
Romero dijo también que por la pandemia algunos bolivianos que residen en el exterior no podrán hacerlo. Sobre este punto informó que en Chile sólo se podrá votar en la capital, Santiago, porque el gobierno de Sebastián Piñera no avaló la votación en las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta, Calama y Copiapó, donde hay más de 28.000 bolivianos habilitados para sufragar.
De todas maneras y pese a las complejidades que detalló anteriormente, el presidente del TSE aseguró que el domingo “vamos a tener una jornada electoral limpia, segura y confiable”.
Con el candidato del MAS, Luis Arce, a la cabeza de las encuestas, no quedan dudas de que el sector liderado por Evo Morales será el más votado, aunque su victoria en primera vuelta es algo que no puede asegurarse, ni mucho menos, porque los sondeos indican que el ex presidente Carlos Mesa, líder del partido Comunidad Ciudadana, está alrededor de diez puntos porcentuales por debajo. Si Arce logra más de 40% de los votos y se ubica 10% por encima del segundo, será proclamado presidente, pero si la diferencia es menor habrá una segunda vuelta electoral el 29 de noviembre.
La peculiar situación que generan estas elecciones, las primeras presidenciales que se realizarán en América Latina con la pandemia de fondo, serán seguidas de cerca por varios organismos internacionales.
Al respecto, este miércoles el nuevo embajador de la Unión Europea (UE) en Bolivia, el austríaco Michael Dóczy, admitió que el bloque europeo está preocupado por el tono de la campaña electoral, por lo cual pidió bajar las tensiones y preservar la paz, de acuerdo a lo que informó el diario paceño La Razón.
“Mi llegada unos días antes de las elecciones es una señal clara de que Bolivia es una prioridad para la UE. Además, Bolivia es el país de América Latina con el mayor apoyo de cooperación por parte de la UE”, señaló el diplomático.
Dóczy agregó que “cuando estoy con la gente aquí, puedo sentir que hay mucha preocupación por un posible estallido de violencia después de las elecciones y tengo que decir que la UE está también preocupada por el tono que viene tomando la campaña electoral, por la dureza retórica y las amenazas de violencia”.