Miles de personas se manifestaron este domingo en París y en otras ciudades francesas para manifestar su repudio por el asesinato de Samuel Paty, un profesor de Historia y Geografía de 47 años de edad que fue degollado el viernes por un islamista checheno de 18 años, que luego de su ataque fue abatido a balazos por la Policía.

Paty, de 47 años de edad y padre de un niño, se desempeñaba como profesor en un liceo ubicado en la localidad de Conflans-Sainte-Honorine, en el norte de París. Hace algunas semanas, durante una de sus clases, habló sobre la libertad de expresión y en ese marco mostró las caricaturas de Mahoma publicadas en 2014 por la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

Esta acción fue conocida por los padres de algunos alumnos musulmanes, y uno de ellos comenzó una campaña para pedir la destitución del docente ante las autoridades del liceo donde trabajaba. Además, este padre, que fue detenido por la Policía, comenzó a difundir datos sobre Paty en redes sociales, diciendo que el docente había mostrado “pornografía” en la clase.

Luego del asesinato de Paty, el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, denunció en una entrevista televisiva que el profesor antes de ser asesinado había sido objeto de un “linchamiento público” y pidió “una respuesta absolutamente ejemplar” contra los instigadores del crimen, que conmovió a la sociedad francesa, precisamente en un momento en el que el gobierno que preside Emmanuel Macron pretende instrumentar un proyecto de ley focalizado en el islamismo radical.

Las concentraciones del domingo, según informó la agencia Efe, fueron convocadas por organizaciones antirracistas y pacifistas ‒y apoyada por la revista Charlie Hebdo‒ para rendir homenaje a Paty.

Muchas de las personas presentes en las marchas –todas ellas utilizando tapabocas, condición exigida para permitir las movilizaciones‒ exhibieron alguna de las caricaturas de Mahoma que publicó Charlie Hebdo, ilustraciones que en su momento generaron la ira de muchos islamistas radicales, que desembocó en el sangriento atentado contra la redacción de la revista, ocurrido en enero del año 2015, en el que murieron 12 personas y otras 11 resultaron heridas.

Líderes políticos de todas las tendencias, entre los que destacaba el primer ministro, Jean Castex, participaron a título personal en la concentración de París, a la que también asistieron musulmanes que denunciaban lo que uno de ellos definió como “barbarie islamista”. Además de Castex, en la movilización parisina se hicieron presentes la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, la presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, y el líder del partido Francia Insumisa Jean-Luc Mélenchon.

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, declaró que “la República ha sido atacada con el asesinato de un profesor. Sean cuales sean nuestras diferencias políticas, sindicales o de otro tipo, hay que mostrar unidad y que no tenemos miedo”.

Mientras continúa la investigación del asesinato, en total son 11 las personas detenidas por el hecho –entre ellos varios familiares del joven checheno que realizó el crimen‒, el gobierno de Macron analiza tomar algunas acciones para detener la violencia islamista en el país.

Por lo pronto el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que ha instruido a los jefes de policía para que expulsen a 231 extranjeros que residen ilegalmente en el país y que están fichados por su radicalización islamista. De ellos, 180 están actualmente encarcelados.