Hoy se cumplen diez días desde que el presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Donald Trump, dio positivo por coronavirus, y fueron diez días repletos de polémicas. El mandatario estuvo tres días internado en un hospital militar, del que salió en una camioneta para saludar a sus seguidores, e hizo un regreso triunfal a la Casa Blanca que parecía sacado de una película.

Trump también aseguró que es “una bendición” que él se haya contagiado porque ahora promoverá el acceso gratuito a los medicamentos –todavía experimentales– que le aplicaron para combatir la enfermedad y, según dijo, curarse. Para cerrar esta seguidilla el domingo aseguró que ahora es “inmune” al coronavirus, algo que replicó en Twitter, red social que calificó la publicación de contenido engañoso, ya que no hay datos suficientes sobre la inmunidad al nuevo virus. En todo caso, este tipo de afirmaciones extienden las imprecisiones sobre la salud de Trump, a tres semanas de las elecciones presidenciales.

En este sentido, el sábado de noche el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, afirmó que “ya no se considera a Trump un riesgo de transmisión para otros”, aunque tampoco informó que esté recuperado y, hasta donde se sabe, no hay un test negativo. Horas antes de ese comunicado de Conley, Trump retomó la campaña. Desde el balcón de la Casa Blanca se dirigió a un grupo de seguidores que exigían “ley y orden” en Estados Unidos.

El domingo aseguró que se siente “fantástico”, que ya no está medicado y que venció a “este loco y horrible virus de China”. También su equipo confirmó los próximos actos de campaña: mañana viajará a Florida y en los días siguientes participará en eventos en Pensilvania e Iowa.

Lo que no habrá esta semana es debate presidencial. Con el positivo de Trump la comisión independiente que organiza el evento decidió que fuera el jueves, tal como estaba previsto, pero virtual. A Joe Biden le pareció una buena opción, pero a Trump no, y propuso postergarlo, algo que tampoco se logró concretar. Finalmente, la comisión optó por cancelarlo.

Más casos positivos en la Casa Blanca

Además de Trump y la primera dama, Melania, durante la semana pasada se diagnosticaron 34 casos de coronavirus en distintas alas de la Casa Blanca, pese a lo cual el uso de tapabocas sigue sin ser obligatorio en el interior del edificio. De estos positivos, 11 corresponden a colaboradores cercanos de Trump.

De acuerdo con varios medios estadounidenses, es intención del gobierno bajar el perfil al brote de coronavirus que parece haberse detectado en la Casa Blanca. En este sentido, habría un enlentecimiento adrede de los testeos y el rastreo de contactos.