Si bien Joe Biden ya logró la cantidad de votos electorales para ser elegido como nuevo presidente de Estados Unidos, la postura de su rival, el actual mandatario Donald Trump, está opacando el proceso de transición, que para los demócratas ya está en marcha.

El sábado, tras declararse ganador en el estado de Pensilvania, Biden sobrepasó con creces los 270 votos electorales necesarios para ser presidente, pero la noticia, que ya era previsible por los datos que emergían de los recuentos, no fue aceptada por Trump, quien se enteró de su derrota mientras jugaba al golf en una de sus propiedades en el estado de Virginia.

Este domingo el actual mandatario siguió jugando al golf, pero tanto él como integrantes de su círculo cercano, además de algunos prominentes políticos republicanos, seguían pidiendo a través de sus redes sociales que se revisen los resultados, prometiendo impugnaciones legales de los comicios en varios estados, ya que entienden que hubo fraude. De todas maneras, según informaron medios estadounidenses, tanto Trump como quienes lo apoyan saben que sus chances de revertir la situación son prácticamente nulas. Si bien algunos estados aún no finalizaron sus recuentos, Biden logrará aún más votos electorales cuando se declare su triunfo en Georgia y en Nevada. Por ahora el demócrata tiene en todo el país más de 75.2 millones de votos, una cifra récord, contra casi 71 millones de su adversario.

De acuerdo a lo que marca la legislación estadounidense el 8 de diciembre el proceso electoral debe haber concluido en todos los estados y el 14 de diciembre los integrantes del Colegio Electoral deberán emitir sus votos. Posteriormente, el 6 de enero el pleno del Congreso se reunirá para el recuento de votos y el vicepresidente, Mike Pence, deberá anunciar los resultados. Casi dos semanas después, el 20 de enero, Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, asumirán el control del Ejecutivo.

Este domingo el comando de Biden dio a conocer su sitio web oficial de transición. La idea es promover desde el momento de la asunción una serie de acciones destinadas a redireccionar por completo muchas de las políticas de la administración Trump, tanto en el ámbito interno como en la política exterior.

Las prioridades, de acuerdo a lo que manifestaron los demócratas durante la campaña electoral, serán el combate a la pandemia de coronavirus, la recuperación de la economía, políticas de equidad racial y el cambio climático.

“Una administración Biden-Harris, impulsada por los cimientos establecidos por la transición, liderará una recuperación justa y equitativa que reconstruya una clase media fuerte e inclusiva y construya una economía para el futuro”, se afirma en el sitio web antes mencionado.

El sábado por la noche, horas después de que se confirmara su victoria, Biden pronunció un discurso con un tono conciliador desde Wilmington, ciudad en la que vive desde hace más de medio siglo, ubicada en el estado de Delaware.

El demócrata, que el próximo 20 de noviembre cumplirá 78 años, siendo así el presidente más longevo en comenzar su mandato en la Casa Blanca, dijo que es “hora de curar” a la nación luego de la dura campaña y de llegar a los estadounidenses que votaron por Trump y a los republicanos en el Congreso.

“El trabajo comienza de inmediato”, dijo este domingo la subdirectora de campaña de Biden, Kate Bedingfield, a la cadena NBC.

Acerca de la pandemia, Bedingfield dijo que Biden planea crear un grupo de trabajo sobre el coronavirus que será anunciado este lunes para trazar el camino a seguir, dirigido por el ex cirujano general de Estados Unidos Vivek Murthy y por el ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, David Kessler.

Biden prometió maximizar el acceso de los ciudadanos a las pruebas y, a diferencia de Trump, seguir los consejos de los principales científicos y funcionarios de salud pública. Además, el futuro presidente y sus asesores también seguirán trabajando en la elección de los funcionarios de su administración.

“Va a comenzar el trabajo de transición en serio esta semana”, dijo Bedingfield, quien agregó que en los próximos días Biden hará anuncios al pueblo estadounidense sobre cómo va a cumplir sus promesas de campaña.

Sin presentar pruebas, este domingo Trump se mantuvo firme y desde Virginia publicó varios mensajes a través de Twitter, cuestionando en todos ellos el resultado electoral desfavorable para sus intereses.

“¿Desde cuándo los grandes medios de comunicación dicen quién será nuestro próximo presidente?”, fue uno de los mensajes enviados por el mandatario.

Pero mientras esto sucedía, varias figuras saludaban a Biden por su victoria, entre otras el ex presidente republicano George W Bush.

En un comunicado Bush, quien gobernó el país entre 2001 y 2009, declaró: “Le extendí a Biden mis cálidas felicitaciones y le agradecí el mensaje patriótico que entregó anoche. También llamé a Kamala Harris para felicitarla por su histórica elección a la vicepresidencia”.

Bush dijo además que “aunque tenemos diferencias políticas, sé que Joe Biden es un buen hombre, que ha ganado la oportunidad de liderar y unificar nuestro país”. Bush también felicitó a Trump y a sus partidarios por “una campaña muy reñida”, y agregó que “las voces de los votantes de Trump seguirán escuchándose a través de los republicanos electos en todos los niveles de gobierno”.

Desde el exterior fueron numerosas las felicitaciones hacia Biden.

La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente español, Pedro Sánchez; el italiano Giuseppe Conte, y el canadiense Justin Trudeau enviaron mensajes al demócrata. Por el contrario, hasta el momento no mencionaron el tema ni el presidente ruso, Vladimir Putin, ni tampoco su par chino Xi Jinping.

El que sí se refirió al tema, pero no reconoció la victoria de Biden fue el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien el sábado dijo que “no queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera y queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y del derecho ajeno”.