El Ejército inició un proceso de revisión de la currícula de la educación militar sobre los hechos del pasado reciente, ocurridos en los últimos 60 años. La iniciativa surge del comandante en Jefe, Gerardo Fregossi, y cuenta con el visto bueno del ministro de Defensa Nacional y del presidente de la República. El objetivo, según indica el Ejército en un comunicado, es “fortalecer el conocimiento de los integrantes de la fuerza sobre la realidad histórica del período 1958-2020, a partir de una visión amplia, procurando desarrollar la capacidad individual para la interpretación del período a ser analizado”.
Rápidamente llegaron reacciones del gobierno y de la oposición, pero también de otros actores de la sociedad. Por un lado, según informa este jueves Búsqueda, el coronel retirado Carlos Silva Valiente, presidente del Centro Militar, que nuclea a retirados de las Fuerzas Armadas, dijo que no tiene claro “cuál es la maniobra ni su alcance”.
Destacó que se enteraron del tema por la prensa y que buscarán comunicarse con el Ejército para conocer en profundidad la iniciativa. “En términos generales los militares están preocupados con el tema, por ver por dónde salta la liebre. A mí personalmente me preocupa saber de qué se trata”, sostuvo el presidente del Centro Militar.
Silva Valiente agregó que el colectivo solicitará ser invitado al debate porque tienen “gente con nivel académico” para realizar aportes, siempre y cuando la revisión que plantea el Ejército sea objetiva. “Si hablamos seriamente, es una cosa; si es la versión de los tupas o de los comunistas, es otra cosa. Lo que quiero saber es si se trata de invitar a gente que no conoce al Ejército y habla, si prevalece la opinión de esa gente, porque el 62% de la población tiene una opinión favorable de las Fuerzas Armadas y es una minoría que trata de jorobar con eso de que las Fuerzas Armadas no son queridas”.
Por otra parte, la revisión propuesta por el Ejército fue bien recibida por Crysol, la asociación que reúne a ex presos políticos. La organización asegura que es “imprescindible para afirmar la democracia que el Ejército reflexione críticamente sobre el papel desempeñado”, y piden enfocarse en lo ocurrido desde que Jorge Pacheco Areco impuso las medidas prontas de seguridad, en junio de 1968.