Michel Temer, quien ocupó la presidencia brasileña luego del golpe de Estado que sacó a Dilma Rousseff del poder en 2016, publicó un libro titulado La elección, cómo un presidente logró superar una grave crisis y presentar una agenda para Brasil, una especie de autobiografía en la que, entre otras cosas, reveló los contactos que mantuvo con las cúpulas militares antes de la acción política que terminó con el mandato democrático del Partido de los Trabajadores (PT).

Según informó el portal Brasil247, en el libro, que consta de una serie de entrevistas que Temer tuvo con el profesor de filosofía Denis Lerrer Rosenfield, se relevan los encuentros que el entonces vicepresidente mantuvo con el entonces comandante del Ejército, el general Eduardo Villas Boas, y con el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Sérgio Etchegoyen, en los años 2015 e 2016, antes del impeachment preparado contra la presidenta Rousseff.

Según explicó Rosenfield, la historia de esos contactos revela la férrea posición que los militares tenían contra el PT. Desde filas castrenses no se admitía la existencia de la Comisión Nacional de la Verdad, organismo creado durante el gobierno de Rousseff para aclarar hechos ocurridos durante la dictadura brasileña (1964-1985) y los supuestos cambios que se pretendían realizar en la Ley de Amnistía, además de estar en contra de los avances en temáticas vinculadas a los derechos humanos.

Según informó el diario O Estado de São Paulo, los militares además temían que el PT buscase la forma de cambiar el acceso de los oficiales al generalato y la formación de los militares.

Rosenfield dijo que los encuentros entre los militares y Temer antes del derrocamiento de Rousseff fueron varios. Según se reveló, el acuerdo al que llegaron Temer y los generales mencionados era que después de la destitución de Rouseff, Villas Boas sería mantenido en su cargo y Etchegoyen sería nominado ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, órgano recreado durante el gobierno de Temer.

Desde el PT se reaccionó en forma inmediata a las revelaciones publicadas en el libro.

“El ex vicepresidente Temer, quien conspiró para derrocar a la presidenta Dilma Rousseff, finalmente confesó lo obvio: actuó desde el principio para promover el juicio político con el golpe de 2016 poco después de ambas reelecciones en octubre de 2014”, se afirmó en un texto publicado en las redes oficiales del partido.

En el duro comunicado de la formación izquierdista se dice que “tratando de venderse a sí mismo como un personaje de nobles intenciones, Temer intenta crear la ilusión de que el poder cayó en sus manos a través del trabajo y la gracia del azar. Pero admite que desde 2015 estuvo en estrecho contacto con los militares, incluidos el general Sérgio Etchegoyen y el entonces comandante del Ejército, el general Villas Boas, que conspiraban para la caída de la entonces presidenta”. “El golpe de 2016 es una herida nacional abierta que erosionó las instituciones del país y abrió la puerta para la elección del primer jefe de Estado sin compromiso con Brasil y el futuro del país”, se afirmó en el texto difundido este lunes.