La Fiscalía de Río de Janeiro acusó de corrupción al senador Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Se lo investigaba desde 2018 por un caso conocido como rachadinhas, por sospechas de que se apropió de parte del salario de sus colaboradores cuando era diputado en el parlamento del estado de Río de Janeiro.
La acusación de la Fiscalía, presentada ante el Tribunal de Justicia de Río, abarca a 16 personas más. La mayoría de los nombres se mantuvieron en reserva, pero los medios brasileños sí informaron que uno de los imputados es Fabrício Queiroz, quien fue jefe de gabinete de Flavio Bolsonaro. En Brasil, ese cargo existe no sólo en los poderes ejecutivos sino también como responsable del equipo de un legislador.
De acuerdo con la acusación, durante el tiempo en que Flavio Bolsonaro fue diputado del estado de Río de Janeiro, entre 2007 y 2018, se desviaron fondos mediante la contratación de funcionarios “fantasmas”, y parte de los salarios que se les pagaban se quedaban en manos de los acusados. A su vez, informó la agencia Efe, el diputado blanqueaba esos montos por medio de la compra de inmuebles y de sus negocios en una chocolatería en la que es socio. El valor de esos ingresos irregulares que supuestamente blanqueó Flavio Bolsonaro se estima en unos 400.000 dólares, y la cantidad de colaboradores que tenía como diputado regional superaba los 70.
Flavio Bolsonaro afirma que es inocente. Pero una ex asesora suya, Luiza Souza Paes, reconoció en su testimonio ante la Fiscalía que existía esa práctica por la cual tenían que entregar parte de su salario –en su caso, 90%– a Queiroz.
La Justicia debe decidir ahora si inicia un juicio en contra del senador Bolsonaro por los delitos de liderar una organización criminal, apropiación indebida, peculado y lavado de dinero, informó el diario Folha de São Paulo. Para Flavio Bolsonaro, no hay pruebas en su contra, y la acusación es sólo “una crónica macabra y mal engendrada”. El senador atribuyó intencionalidades políticas a esta denuncia y publicó en su cuenta de Instagram: “No cometí ninguna ilegalidad. El Ministerio Público de Río comete una serie de errores extraños en su ‘acusación’ la víspera de las elecciones municipales”, que están convocadas para el domingo 15.
Uno de los puntos que debe dirimir la Justicia, en este caso el Supremo Tribunal Federal, es si Flavio Bolsonaro tenía fueros cuando comenzó esta investigación, a fines de 2018, cuando era senador electo. Si concluye que sí los tenía, el caso quedará en manos de un tribunal especial.
Esta no es la única investigación en la que están involucrados Flavio Bolsonaro y Queiroz, un ex integrante de la Policía Militar de Río. Según publicaron en su momento Folha de São Paulo y O Estado de São Paulo, la Justicia también indagó los nexos de ambos con grupos paramilitares. De acuerdo con esa investigación, Queiroz fue amigo de Adriano Magalhaes da Nóbrega, un jefe de milicias que murió en febrero abatido por la Policía. Se encontró además que la madre de ese paramilitar, Raimunda Veras Magalhaes, y también su esposa, Danielle Mendonça da Costa, integraban la nómina de funcionarios de Flavio Bolsonaro.
Queiroz también es amigo del presidente. Al menos eso dijo Jair Bolsonaro cuando se investigó por qué ese colaborador de su hijo había hecho depósitos por unos 15.500 dólares en la cuenta de su esposa, Michelle Bolsonaro. Según el presidente, Queiroz le devolvió así un “préstamo pesonal” que él le había hecho por la amistad que mantienen. En diciembre de 2019 fueron allanadas propiedades inmuebles de la esposa y el hijo mayor de Bolsonaro por este caso, y desde julio Queiroz se encuentra en prisión domiciliara, como medida preventiva dispuesta por el Supremo Tribunal Federal por sospechas de que podía interferir con las investigaciones. La medida se aplicó cuando las autoridades pudieron localizar a Queiroz. Estaba escondido en la casa de Frederick Wassef, un abogado que representó legalmente al presidente, a Flavio y también a otro de los hijos de Jair, Carlos Bolsonaro, que es edil de Río de Janeiro.
Tiempo atrás, cuando el ministro de Justicia de Bolsonaro Sérgio Moro renunció a su cargo, acusó al presidente de intentar frenar las investigaciones de la Policía Federal que involucraban a su familia. Esa denuncia también abrió paso a una investigación judicial. Pero la acusación que presentó la Fiscalía este miércoles es la primera formalización que enfrenta la familia del presidente.