El director nacional de Telecomunicaciones, Guzmán Acosta y Lara, dijo este lunes a El Telégrafo que las radios comunitarias “que no cumplen la finalidad y compiten en forma ilegal, sin lugar a dudas, van a cerrar”. Se refirió a las radios que “hacen actividad religiosa” y a “las que son clubes políticos encubiertos”, y aseguró que “no podrán seguir” o se tendrá que modificar la Ley de Radiodifusión Comunitaria (18.232), aprobada en 2007.

El jerarca cuestionó el proceso de entrega de frecuencias a las radios comunitarias durante los gobiernos frenteamplistas y dijo que la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) está trabajando para “hacer algo en forma planificada y organizada, y no como se dieron en estos 15 años, que se daban al tun tun”.

Para Acosta y Lara es una “vergüenza” lo que “ocurrió en estos 15 años con las radios comunitarias, como la que ustedes tienen en un contenedor en plena plaza pública: es vergonzoso”, en referencia a la radio Horizonte FM Paysandú, que transmite desde la plaza de deportes de la ciudad. “Cuando a las radios comerciales se les exige una potencia y a las radios comunitarias amigas se les da potencia de más, eso es vergonzoso y es corrupción. Eso va a cambiar, vamos a poner la cancha en orden”, afirmó.

Ante estas declaraciones, la sede uruguaya de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC Uruguay) emitió un comunicado en el que rechazó las “amenazas” del jerarca sobre el “inminente” cierre de radios y cuestionó el desconocimiento del director nacional de Telecomunicaciones sobre el funcionamiento y la regulación de los medios comunitarios en el país.

En el comunicado, AMARC explica que las radios comunitarias son “propiedad social” y “colectiva”, por lo que responden “a los intereses de las comunidades” y “no a los partidos políticos ni a instituciones religiosas”. Se afirma que las adjudicaciones de frecuencias “han sido realizadas conforme a la ley, con mecanismos transparentes y participativos, a diferencia de lo que han sido las adjudicaciones de frecuencia en la historia de nuestro país”.

“Lamentamos que el nuevo director de Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel) desconozca lo concerniente a la ley, al sector y a los estándares internacionales de libertad de expresión”, sostiene AMARC en el comunicado y rechaza las amenazas al sector y en particular a Horizonte FM de Paysandú, una radio que funciona desde hace 15 años.

Un poco de historia

Un primer paso para regularizar la situación de las radios comunitarias fue el censo nacional en 2008. El objetivo era hacer un mapa de radios comunitarias en Uruguay y analizar qué radios cumplían con los criterios de la ley. En ese proceso, muchas radios fueron descartadas porque tenían una orientación comercial o religiosa, explicó Alexis Espíndola, representante de AMARC en la Comisión Honoraria Asesora de Servicios de Comunicación Audiovisual (CHASCA).

“El proceso fue abierto y público. Tuvimos que presentar nuestros proyectos comunicacionales, ir a audiencias públicas y, si cumplías con los requisitos, se hacía la regulación”, explicó. En ese sentido, dijo que el hecho de que Acosta y Lara “diga que hubo corrupción por lo menos demuestra una importante ignorancia”.

Desde 2008, la Ley de Servicios de Radiodifusión Comunitaria regula el proceso de adjudicación de frecuencias: el Estado hace un llamado, las radios presentan proyectos y se realiza una audiencia pública. El Poder Ejecutivo, en base a un informe técnico de la Ursec y a la opinión del Consejo Honorario Asesor de Radiodifusión Comunitaria, determina si cumple o no con los requisitos. El concurso es “abierto y público”. Con la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se toma lo dispuesto por la ley 18.232 en el artículo 141.

Para Espíndola, lo que es “vergonzoso” es que el titular de la Dinatel amenace con cerrar Horizonte FM, una radio que cumplió con todo ese proceso, sólo “porque no le gusta el lugar físico desde donde transmite. El hecho de que una radio esté en una plaza pública es simbólico. Ahí claramente hay una diferencia de cómo entendemos la comunicación”.

Orlando Santos, integrante de Horizonte FM, contó a la diaria que el trámite para poder transmitir en la plaza de deportes duró 18 meses: se presentó un proyecto y se firmó un comodato por cinco años con el Ministerio de Turismo. “No creo que este señor conozca el lugar donde está la radio, ni el proyecto comunicacional o el rol de 15 años que ha tenido la radio en la comunidad”, señaló Santos. A modo de ejemplo, contó que los estudiantes del liceo 6 de Nuevo Paysandú y de la escuela 71 han hecho programas en la radio como parte del proceso educativo.

“Es una caja de chapa, pero cumple una función social”, resaltó Santos. Al primer censo nacional se presentaron 412 radios. Horizonte FM fue una de las 35 primeras en recibir la adjudicación. “No es poca cosa”, valoró, y explicó que tienen personalidad jurídica y cumplen con todos los requisitos para transmitir. “Hay un montón de condiciones que cumplir. No es un juego hacer radio. Tenemos las mismas obligaciones que una radio comercial, pero no las mismas ventajas. No entiendo qué molestia podemos causar”, concluyó.