En Brasil se celebra todos los 20 de noviembre el Día de la Conciencia Negra, pero este viernes la fecha tiene una importancia particular: en la víspera un hombre negro murió al ser golpeado por dos guardias de seguridad en un supermercado Carrefour en Porto Alegre.
João Alberto Beto Silveira Freitas, de 40 años, falleció en la noche del jueves tras ser brutalmente golpeado, tal como muestran varios videos con duras imágenes que circularon este viernes en redes sociales, en las que se lo escucha decir que no puede respirar y pedir ayuda.
No dia da consciência negra! Um homem negro foi espancado até a morte por seguranças do Carrefour, imagens são revoltantes, reflexo dos discursos de ódio contra as minorias, em especial contra a população negra! Até quando? #VidasNegrasImportam pic.twitter.com/kHr7Vl54QF
— José Guimarães (@guimaraes13PT) November 20, 2020
Según la versión de los guardias de seguridad, el hombre fue retirado del lugar tras agredir a una cajera, una versión que no fue respaldada ni por grabaciones de las cámaras del lugar ni por los trabajadores.
El hecho generó una fuerte conmoción y varios colectivos convocaron a protestar, atribuyendo lo sucedido al racismo en Brasil. Muchas de esas instancias utilizaron la frase “Las vidas negras importan”, la traducción del nombre del movimiento estadounidense Black Lives Matter, así como el eslogan “la carne más barata del mercado es negra”, inmortalizada en la canción de la sambista Elza Soares.
Sin embargo, desde el gobierno de Jair Bolsonaro, el vicepresidente, Hamilton Mourão, aseguró que en el país no existe discriminación a las personas negras: “En Brasil no existe el racismo, es una cosa que quieren importar. Yo viví en Estados Unidos. Racismo hay allá”, aseguró.
El discurso del gobierno no fue acompañado por prácticamente ningún sector político y varios partidos y dirigentes rechazaron lo sucedido como un acto racista. En la misma línea se pronunciaron organizaciones civiles y sindicatos, así como varios jueces del Supremo Tribunal Judicial. Incluso la Policía investiga lo sucedido como un crimen de odio.
Por su parte, Carrefour lamentó lo sucedido y anunció que se desvinculará de la empresa responsable de la seguridad en sus locales, que tiene a tres policías entre sus socios.