El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, anunció en la noche del lunes que firmó una declaración junto con el presidente ruso Vladímir Putin y las autoridades de Azerbaiyán para detener la guerra que se estaba desarrollando desde el 27 de setiembre en la región de Nagorno-Karabaj.

De acuerdo a lo que informó el portal ruso RT, Pashinyan remarcó que la firma de la declaración fue “una decisión muy dura” y que el texto de la declaración es muy “doloroso” tanto para él personalmente, como para todo el pueblo armenio.

Sin embargo, tras “un análisis profundo de la situación militar” y consultas con personas al tanto del desarrollo de los acontecimientos en la disputada región, el primer ministro armenio sostiene que “es la mejor decisión en la situación actual”.

En las últimas horas las fuerzas azeríes apoyadas por Turquía y por mercenarios yihadistas provenientes en su mayoría de Siria, habían tomado la ciudad de Shushi, la segunda más importante de la República de Artsaj, denominación con la que los armenios designan oficialmente a la disputada región de Nagorno-Karabaj.

Con la toma de esta ciudad, las fuerzas azeríes quedaron a las puertas de Stepanakert, la capital del territorio, lo que forzó a Pashinyan a firmar una declaración con gusto amargo tanto para él como para su pueblo.

“No es una victoria, pero no habrá derrota hasta que se den por vencidos. Nunca nos daremos por perdedores y eso debe convertirse en el inicio de nuestra era de unión y renacimiento nacional”, agregó el primer ministro armenio.

Putin, por su parte, detalló que Rusia, Azerbaiyán y Armenia acordaron el despliegue de efectivos rusos de mantenimiento de la paz en Nagorno Karabaj y expresó la esperanza de que el acuerdo permita resolver las tensiones de manera justa, que corresponda a los intereses tanto de los armenios como de los azeríes.

Entre tanto, las fuerzas de las dos naciones se detendrán en las posiciones de Nagorno Karabaj ocupadas por ellos hasta la fecha, agregó en su declaración el presidente ruso.