Cuando quedan pocos días para la segunda vuelta de las elecciones municipales brasileñas, el clima se está calentando en los distritos más disputados. El principal de ellos es, sin lugar a dudas, la ciudad de San Pablo, la más poblada del país, donde el domingo los ciudadanos deberán elegir al alcalde. La puja electoral es entre quien actualmente está en el cargo, Bruno Covas, del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y el izquierdista Guilherme Boulos, integrante del Partido Socialista y Libertad (Psol), un sector pequeño pero que en estas elecciones tuvo un notable crecimiento en varios lugares del país, aglutinando a los votantes de izquierda.

Si bien las encuestas mostraban que Covas iba adelante por un margen de casi 15 puntos, el último sondeo realizada por Datafolha y difundido el lunes mostró que el actual alcalde tenía 55% contra el 45% del ascendente Boulos. Esto encendió las alarmas en el equipo electoral de Covas, quien el martes, en declaraciones a la radio CBN São Paulo, dijo que Boulos “muestra radicalismo” y lo vinculó con Cuba y Venezuela. “A partir del momento en que, únicamente por una visión ideológica, pensás que, por ejemplo, Venezuela y Cuba son democracias porque hay elecciones, es evidente que eso es una muestra de radicalismo”, afirmó Covas, de 40 años de edad, quien cuenta con el apoyo del gobernador del estado de San Pablo, João Doria, una de las figuras más importantes de la centroderecha brasileña.

La respuesta de Boulos, de 38 años, no se hizo esperar. Este miércoles, en declaraciones a la misma emisora, dijo: “Yo soy candidato a alcalde de San Pablo, no de Caracas”. El dirigente, quien es miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), agregó que “no tiene ningún sentido traer la cuestión de Venezuela o de Cuba. Me parece que Bruno Covas está haciendo esto como un gesto de desesperación. Porque no es su perfil, él siempre fue moderado y nunca apeló a los extremismos”.

Cuando se le preguntó si considera que los gobiernos de los países antes mencionados son “democráticos”, Boulos recordó el término “BolsoDoria”, haciendo referencia al apoyo que le brindó el gobernador paulista a Jair Bolsonaro en las elecciones celebradas en 2018.

“Yo no tengo como modelo ni a Cuba ni a Venezuela. Para mí no son modelos de democracia, porque los modelos de democracia no pueden ser importados. Lo que me parece interesante de Bruno Covas es que él pertenece al partido de Doria, que fue protagonista del acuerdo ‘BolsoDoria’, alguien que apoyó activamente la candidatura de un presidente que defiende abiertamente la dictadura militar, que defiende la tortura. Entonces, que me venga a dar lecciones de moral y de democracia a mí, francamente, no me parece”, agregó el postulante del Psol.

El tono de la campaña es aún más agresivo en Belén, capital del estado de Pará, donde la contienda electoral del domingo está bastante más radicalizada que en San Pablo. En la ciudad norteña la disputa en las urnas enfrentará al izquierdista Edmilson Rodrigues, de 63 años, quien ya fue alcalde de Belén entre 1997 y 2004, cuando era integrante del Partido de los Trabajadores, pero que hoy pertenece al Psol y al derechista Everaldo Eguchi, de 57, del partido Patriota.

Rodrigues expresó en una entrevista con Folha que “el hambre” es el problema más urgente que tiene la ciudad, a la vez que dijo que su rival electoral es “una persona extremadamente violenta” y que la política del gobierno de Bolsonaro de combate al coronavirus ha sido “genocida”.

Eguchi por su parte, popularmente conocido como Delegado Eguchi por ser integrante de la Policía, además de abogado y economista, negó ser el candidato de Bolsonaro, aunque dijo estar alineado con sus ideas. Entrevistado también por el diario paulista, afirmó que el principal problema de Belén es la acumulación de basura y el combate a la corrupción, y calificó a su oponente de “un radical de izquierda”.