El próximo gobierno estadounidense que asumirá funciones el 20 de enero tiene pensando establecer negociaciones con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con la finalidad de poder ponerle fin a la enorme crisis económica y humanitaria que existe actualmente en la nación sudamericana.

Según dijeron a la cadena estadounidense Bloomberg tres fuentes vinculadas al próximo gobierno, Biden tiene la intención de crear un equipo de negociadores que dialoguen directamente con Caracas, poniendo fin así a años de confrontación, que se agudizaron durante el gobierno de Donald Trump. El líder republicano dijo que únicamente estaba dispuesto a dialogar con Maduro, pero para negociar los términos de su entrega del poder.

De acuerdo a lo que dijeron las fuentes bajo condición de anonimato, la idea es presionar a Maduro para que acceda a la realización de elecciones presidenciales libres y justas en el país, a cambio de aliviar las duras sanciones que actualmente pesan contra Venezuela, medidas que han influido en forma determinante en la penosa situación económica que vive el país. El equipo del presidente electo revisará las sanciones existentes para determinar dónde ampliar las restricciones con la ayuda de aliados internacionales y qué medidas podrían levantarse si Maduro avanza hacia el objetivo de restablecer la democracia plena en el país.

De acuerdo a lo que estima la administración Biden, se espera que los principales gobiernos extranjeros que apoyan y sostienen al gobierno de Maduro, como Rusia, China e Irán, jueguen un papel en estas negociaciones, al igual que Cuba, que también pretende mejorar sus relaciones con Estados Unidos, muy afectadas durante el gobierno de Trump.

Los asesores de Biden citados por Bloomberg calificaron la crisis de Venezuela como el mayor desafío diplomático que enfrentará el próximo gobierno estadounidense en el hemisferio occidental.

Más de cinco millones de venezolanos se fueron del país en los últimos años, escapando de convulsiones económicas, de escasez generalizada de alimentos y otros productos, y del clima de hostilidad que existe en el país hacia los opositores al gobierno.

Maduro, por su parte, manifestó en más de una ocasión su intención de mejorar las relaciones con Estados Unidos cuando Biden asuma el cargo, expresando su deseo de que la nueva administración alivie las sanciones que han devastado los ingresos petroleros del país. Se estima que la economía venezolana caerá 30%, de acuerdo a proyecciones realizadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, siendo esta la peor caída de todo el continente.

Asimismo, de acuerdo a lo que informó Bloomberg, el gobierno de Biden cumplirá su promesa de mantener el estatus de protección temporal, que permitiría a los venezolanos que emigraron hacia Estados Unidos poder quedarse en el país del norte.