El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, afirmó que está dispuesto a convocar elecciones legislativas anticipadas en 2021 y a dejar el cargo si su partido las pierde, luego de que la derrota de Armenia ante Azerbaiyán en la guerra que se extendió entre setiembre y noviembre de este año dejara al jerarca muy mal parado ante la opinión pública. “Invito a las fuerzas parlamentarias y extraparlamentarias que estén interesadas en ello a consultas sobre la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas en 2021”, escribió Pashinyan en su cuenta de Facebook el viernes, luego de largas semanas de protestas y movilizaciones callejeras en su contra en Ereván, la capital del país.

De acuerdo a lo que informó la agencia de noticias Efe, esta declaración del primer ministro armenio es la primera en la que se pronuncia públicamente sobre la celebración de elecciones anticipadas, luego del conflicto bélico ocurrido en la República de Artsaj –denominación que dan los armenios a la región de Nagorno Karabaj– y sus zonas aledañas, en el que el ejército de Azerbaiyán obtuvo una clara victoria.

“También estoy dispuesto, como resultado de la decisión del pueblo, a dejar el puesto de primer ministro”, agregó el jerarca, aunque matizó que si la ciudadanía decide apoyarlo en las elecciones seguirá al frente del país “en este difícil momento”. Al mismo tiempo, Pashinyan consideró que la oposición no cuenta con el respaldo de la ciudadanía, teniendo en cuenta la menor cantidad de gente que participa en las movilizaciones casi diarias que se registran pidiendo su salida. “La oposición tuvo todos los recursos para conseguir el apoyo ciudadano, entre ellos financieros, informativos y organizativos [...] pero la cantidad de sus seguidores está en sus mínimos y las protestas han perdido fuerza”, dijo.

La mayor parte de la población armenia no se unió a las protestas organizadas tras el fin de la guerra al considerar que responden básicamente a una lucha de poder entre el actual gobierno y las antiguas elites del país, según informó el portal France24. Pese a ello, la oposición sigue adelante con las protestas y el jueves fueron detenidas 69 personas –según fuentes policiales– que pretendían cercar el Congreso para impedir la entrada del primer ministro. “Si se hubieran reunido aquí unas 100.000 personas, la renuncia de Pashinyan sería un asunto resuelto”, afirmó el líder opositor Vazguen Manukian, quien criticó que la población, a su entender, prefiere “quedarse en casa” antes que protestar contra el actual gobierno.

La oposición armenia exige la renuncia de Pashinyan desde el 10 de noviembre, cuando entró en vigor un alto el fuego en la zona de conflicto, mediado por el gobierno de Rusia. El pacto firmado por Pashinyan y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, determinó que Armenia perdiera 70% de los territorios en la región que ocupaba desde la guerra que tuvo lugar entre 1992 y 1994, en los años posteriores a la desintegración de la Unión Soviética.

Este pacto, más bien una capitulación del gobierno que lidera Pashinyan, generó indignación en el pueblo armenio, tanto en la población que vive en la tierra madre como en la numerosa diáspora. La irritación se fundamenta en que, aun sabiendo que estaba perdiendo la guerra ante un enemigo mucho mejor armado y muy superior en número, desde el gobierno durante las semanas que duró el conflicto siempre se mantuvo un tono victorioso, al tiempo que centenares de jóvenes, la mayoría de entre 18 y 20 años, eran enviados al frente de batalla.

Según encuestas, la popularidad del primer ministro armenio, que se situaba en cerca de 85% antes de la guerra, cayó más de la mitad después de la firma del acuerdo que marcó el cese del conflicto.