El ministro de Salud de Reino Unido, Matt Hancock, anunció este lunes que una “nueva variante” del SARS-CoV-2 que se propaga con gran rapidez fue identificada por científicos británicos. En una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, aseguró que en los últimos días los científicos detectaron “una nueva variante de coronavirus que puede estar asociada a la propagación más rápida en el sur de Inglaterra”, de acuerdo a lo que informaron agencias internacionales de noticias.

El ministro anunció además, durante su discurso ante los legisladores, que Londres y parte de los condados de Essex –al este de Inglaterra– y Hertfordshire –al norte de la capital– pasarán al nivel máximo de restricciones, por lo que a partir del miércoles los bares y restaurantes deberán permanecer cerrados, salvo aquellos que hagan envíos a domicilio. Todavía se desconoce hasta qué punto el incremento de contagios en todas las franjas de la población se debe a la nueva cepa, pero la situación hace necesarias “acciones rápidas y decisivas”, afirmó Hancock.

El ministro agregó que no hay ninguna prueba de que la variante tenga efectos más nocivos sobre la salud de los enfermos y consideró “muy improbable” que las vacunas desarrolladas hasta el momento contra el coronavirus no tengan efectividad con la nueva cepa. Hasta se identificaron más de 1.000 casos de esta nueva variante, especialmente en el sur de Inglaterra, y las autoridades británicas ya pusieron al tanto de la situación a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, el consejero médico del gobierno británico, Chris Whitty, explicó durante una conferencia de prensa que esta nueva cepa “contiene bastantes más mutaciones que otras” conocidas, por lo que los científicos se tomaron su seguimiento “particularmente en serio”. Whitty no descartó que la nueva cepa se haya extendido ya en otros países, aunque Reino Unido haya sido el primero en detectarla.

La decisión del gobierno que encabeza el conservador Boris Johnson de situar a Londres en el nivel 3 de restricciones (riesgo muy alto) llega menos de dos semanas después de que terminara el confinamiento de un mes al que Inglaterra estuvo sometida hasta el 2 de diciembre.

Las nuevas medidas implican que no podrá haber ningún tipo de reunión social bajo techo y que sólo se permitirán encuentros entre gente de diferentes hogares al aire libre y con un máximo de seis personas, sin incluir a los niños. Además, el gobierno recomendó evitar, en la medida de lo posible, cualquier viaje fuera de la zona sometida a esas restricciones.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, pidió también al Ejecutivo que se cierren los colegios de educación secundaria, entre cuyos estudiantes se está registrando un rápido crecimiento de casos.

Desde la OMS, la responsable técnica de la gestión de la pandemia, la estadounidense Maria van Kerkhove, señaló que “hasta ahora no hay pruebas” de que la nueva cepa de coronavirus detectada en Reino Unido “se comporte de manera diferente”. En una conferencia que dio el lunes, Van Kerkhove dijo que esta variante ya fue analizada por el Grupo de Trabajo de Evolución de Virus de la OMS. “Ha surgido en el contexto de las variantes de visón identificadas en otros lugares”, aseguró.

En esta misma línea, el director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS, el irlandés Mike Ryan, agregó que estas evoluciones y mutaciones son en realidad bastante comunes. “La pregunta, como hemos tenido más recientemente con las variantes de visón en Dinamarca y las anteriores, es: ¿esto hace que el virus sea más grave? ¿Permite que el virus se transmita más fácilmente? ¿Interfiere de alguna manera con los diagnósticos? ¿Interferiría de alguna manera con la eficacia de la vacuna? Ninguna de estas preguntas se ha abordado todavía”, expresó.

Por otra parte, la jefa de científicos de la OMS, la india Soumya Swaminathan, recomendó a las personas que ya se vacunaron que sigan cumpliendo las restricciones. “Es importante que las personas que reciban la vacuna sigan cumpliendo con las medidas de seguridad al menos al principio: distanciamiento social, tapabocas, lavarse las manos”, resaltó.

Mientras tanto, la canadiense Kate O’Brien, jefa de inmunización de la OMS, dijo que es “fundamental evaluar la evolución de las personas que fueron vacunadas”. “Cada vez aprenderemos más sobre si las vacunas previenen el contagio. Necesitamos seguir recopilando información sobre las vacunas, porque todavía no sabemos cuánto durará la inmunidad”, concluyó.