La periodista china Zhang Zhan fue sentenciada a cuatro años de prisión por “provocar altercados y buscar problemas” luego de informar detalles en sus redes sociales sobre el primer brote de coronavirus, ocurrido a comienzos de este año en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei. Según informó la agencia de noticias AFP, la mujer de 37 años es la primera persona en ser juzgada de un grupo de ciudadanos que relataron en redes sociales la difícil situación que se vivió en los primeros meses de 2020 en China, particularmente en Wuhan, en el centro del país, con hospitales colapsados, calles desiertas e irregularidades de todo tipo en la vida cotidiana, que fueron premeditadamente ocultadas por los medios oficiales del país.
Zhang hace un trabajo que se conoce como periodismo ciudadano, una actividad en la que una persona elabora informes sobre diversos temas en sus redes sociales, pero sin tener ningún tipo de lazo laboral con un medio de comunicación. La mujer, quien durante años se desempeñó como abogada, llegó a Wuhan el 1° de febrero desde Shanghái, ciudad en la que vivía, para contar de primera mano lo que estaba sucediendo. De acuerdo a lo que consignaron agencias internacionales de noticias, los videos de Zhang subidos a Youtube y otras plataformas incluyen entrevistas con residentes de la ciudad, comentarios e imágenes de un crematorio, estaciones de tren, hospitales y también del Instituto de Virología de Wuhan.
Por estas acciones, la mujer fue detenida a mediados de mayo y se declaró en huelga de hambre a finales de junio, según documentos judiciales citados por Reuters. Los abogados defensores de Zhang dijeron durante el juicio que la Policía le ató las manos y la alimentó a la fuerza a través de un tubo. Aún se desconoce si la mujer apelará la sentencia, ya que, según dijeron sus abogados, ella no lo confirmó.
La condena de Zhang generó una ola de reacciones a nivel internacional. Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, pidió mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que se libere a Zhang Zhan. “Hemos hablado sobre su caso con las autoridades a lo largo de 2020 y lo consideramos un ejemplo de restricciones excesivas a la libertad de expresión en relación con la covid-19”, expresó la ex presidenta chilena.
Mientras tanto, la organización Amnistía Internacional (AI) detalló que la labor de la periodista condenada se enfocó en informar sobre detenciones de otros reporteros independientes y del acoso al que eran sometidos por las autoridades los familiares de víctimas del coronavirus durante el primer brote de la pandemia en Wuhan.
Además, la organización Chinese Human Rights Defenders (CHRD) agregó en setiembre que la mujer había sido detenida luego de haber publicado que habitantes de Wuhan recibieron comida podrida durante el confinamiento de 11 semanas que las autoridades dispusieron en la ciudad para frenar la propagación del virus. “El gobierno chino volvió a celebrar una farsa de juicio durante la Navidad, ya que las autoridades quieren reducir la atención sobre estos casos ‘sensibles’ mientras los diplomáticos y periodistas están de vacaciones”, explicó a Efe un investigador que trabaja para la CHRD.
AI aseguró en un comunicado que “los periodistas ciudadanos como Zhang Zhan fueron la fuente primaria, si no la única, de información de primera mano y sin censura durante los primeros días de covid-19”, e instó al régimen chino que encabeza Xi Jinping, a que “deje de perseguir a periodistas y otros ciudadanos sólo por informar la verdad”. “Cualquiera que elogie el ‘éxito’ del gobierno chino a la hora de contener al virus debería tener esto en cuenta. Esto es una parte integral del modelo de control de la pandemia del Partido Comunista Chino”, lamentó en su cuenta de Twitter la investigadora para China de Human Rights Watch, Yaqiu Wang.
La sentencia a prisión de Zhang Zhan se conoce a pocas semanas de la llegada a China de un equipo internacional de expertos de la Organización Mundial de la Salud para investigar los orígenes del coronavirus, y luego de numerosas críticas internacionales sobre el manejo poco transparente que el gobierno chino dio al brote en diciembre del año pasado.