A partir de esta semana, el agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas de la bolsa de Wall Street, debido a su creciente escasez.
El precio del líquido fluctuará tal como lo hacen otros bienes, como el petróleo, el oro o el trigo, según informó CME Group, la gigantesca compañía estadounidense dedicada a los mercados financieros.
Esta empresa bursátil lanzará contratos vinculados al agua al contado en el estado de California, un mercado de 1.100 millones de dólares.
El precio del agua en California se duplicó durante el último año, según el índice Nasdaq Velez California Water Index. El índice del valor del agua en el mercado estará basado en los precios de las principales cuencas fluviales de California, donde en los últimos años se incrementó la escasez de agua. Este valor, según sus impulsores, podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
Agricultores, fondos de inversión y los propios municipios podrán protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua. Según CME Group, los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados, de acuerdo a lo que consignaron agencias internacionales.
Estos contratos de futuros no requieren entrega física de agua, ya que son puramente financieros. El valor del bien estará basado en el precio semanal promediado entre las cinco principales cuencas de California hasta 2022.
Estos contratos son los primeros de su tipo en Estados Unidos y su lanzamiento fue anunciado en setiembre, cuando la costa oeste estadounidense fue devastada por el calor y una enorme cadena de incendios forestales.
Según informó la cadena Bloomberg, los contratos están destinados a “servir como protección para los mayores consumidores de agua de California contra la subida de los precios y como indicador de escasez para los inversores de todo el mundo”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) viene advirtiendo desde hace largos años que el cambio climático, sumado a la explotación excesiva de este recurso por el sector primario, la industria y el consumo humano, está provocando graves sequías y más inundaciones, lo que hace que la disponibilidad del agua sea una cuestión cada vez menos predecible.
En California, estado que por sí solo constituye la quinta economía más grande del mundo, la sequía más reciente se extendió desde diciembre de 2011 hasta marzo del año pasado, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos.
Los efectos más graves se produjeron en julio de 2014, cuando 58% de la tierra del estado sufrió una “sequía excepcional”, lo que provocó cuantiosas pérdidas de cultivos y pastos y otros bienes directamente vinculados con el uso del agua.
China y Estados Unidos son los principales consumidores de agua en el mundo. Según estimaciones oficiales de la ONU, 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua. El organismo calcula que, en los próximos años, dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas se verán desplazadas de sus hogares por esa razón.