Este lunes en Ereván, la capital armenia, cientos de manifestantes fueron detenidos por la Policía cuando intentaban cortar una de las avenidas más importantes de la ciudad, en el marco de las movilizaciones para pedir la renuncia del primer ministro, Nikol Pashinyan, a quien se acusa de traidor por haber firmado lo que de hecho fue una capitulación armenia en el reciente conflicto armado con Azerbaiyán. De acuerdo a lo que informó la agencia rusa de noticias TASS, la Policía intervino cuando los manifestantes pretendían cortar la avenida Mashtots y algunas calles aledañas.
La situación política y social en Armenia está tremendamente convulsionada luego del cese del fuego firmado por Pashinyan el 9 de noviembre bajo la mediación rusa, que implicó la entrega a Azerbaiyán de numerosos pueblos pertenecientes a Artsaj, además de otros territorios conquistados en la guerra ganada por Armenia en 1994.
El presidente armenio, Armen Sarkissian, quien en su momento dijo no haber sido informado por el primer ministro acerca de los alcances del acuerdo firmado, reiteró el domingo que Pashinyan debe renunciar a su cargo para que se empiece a normalizar la vida del país. Durante un encuentro con representantes de la comunidad armenia residente en Moscú, reseñada por el portal RT, Sarkissian dijo que “el gobierno que llevó a esto debe irse”. “Las elecciones anteriores fueron hace dos años y medio, cuando el país era completamente diferente. Ahora vivimos en un país distinto”, agregó el presidente, quien reiteró su propuesta de llamar a elecciones anticipadas y conformar un gobierno transitorio.
Sarkissian reafirmó que se enteró del acuerdo por los medios y se lamentó por lo que llamó un golpe “no al Estado armenio, sino a lo que representa el ser armenio”. “La carga de la derrota no sólo la vamos a llevar nosotros, sino también nuestros hijos y nietos; es una carga pesada. Fueron necesarias dos o tres generaciones para, de alguna manera, poder liberarnos de la carga del genocidio, por la masacre, por las pérdidas. Hasta que nos pusimos de pie. Ahora estamos de rodillas, pero debemos levantarnos”, concluyó.