En el marco de su gira por Europa, este lunes el presidente argentino, Alberto Fernández, se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín. El encuentro es considerado clave por la misión argentina, que en esta incursión por el viejo continente tiene como principal objetivo obtener respaldos para la renegociación de la deuda de 44.000 millones de dólares que el Estado argentino tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Alemania es un país de gran influencia en el organismo internacional de crédito. En esto radica la relevancia del encuentro de Fernández con la líder socialcristiana, en el que también participó Martín Guzmán, ministro de Hacienda y hombre fuerte en el manejo actual de la economía argentina.

Antes de cenar juntos, ambos líderes ofrecieron una conferencia de prensa, en la que Merkel, según informó Infobae, dijo: “Sabemos que la Argentina no se encuentra en una situación económica fácil, y es importante que hablemos de nuestras relaciones económicas y pensemos en cómo poder ayudar; celebramos los encuentros con el FMI y hablaremos de eso”. Horas antes, el líder peronista se había entrevistado con representantes de empresas alemanas con intereses en Argentina. Ante ellos Fernández manifestó que su país actualmente es “un paciente en terapia intensiva”. Posteriormente el presidente argentino mantuvo un encuentro con altos ejecutivos de la automotriz Volkswagen. Tras esa reunión, el líder del Frente de Todos anunció en su cuenta de Twitter que los empresarios le aseguraron que harán “inversiones por 800 millones de dólares en sus plantas de Buenos Aires y Córdoba”.

Luego de su pasaje por la capital alemana, Fernández y su delegación se trasladarán este martes a Madrid, donde está prevista una reunión bilateral entre el mandatario argentino y el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez. Además del apoyo español en las negociaciones con el FMI, en la reunión bilateral se hablará sobre la situación de las muchas empresas españolas que tienen inversiones en Argentina.

La última escala del viaje de la comitiva presidencial será Francia, donde Fernández irá en busca del apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, ya que la nación gala también es muy influyente en el directorio del FMI.

En el comienzo de su recorrida por Europa, Fernández fue recibido en el Vaticano por el papa Francisco, y en Roma se reunió con el presidente del Consejo de Ministros italiano, Giuseppe Conte. Además, el sábado mantuvo un encuentro con el chino Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En la reunión ambos jerarcas acordaron trabajar en forma conjunta para desarrollar acciones concretas para respaldar el plan contra el hambre, una de las banderas de Frente de Todos durante la campaña electoral. “En la Argentina tenemos un problema alimentario, de hambre y de seguridad y calidad alimentaria, en lo que la FAO tiene mucho para darnos en experiencia y en colaboración, y es lo que venimos a buscar”, explicó el mandatario luego del encuentro. “La reunión fue muy fructífera. Ambos tenemos la decisión de ponernos a resolver problemas. La FAO es experta en materia de agricultura y nos va a ayudar en la aplicación de tecnología para los pequeños productores agropecuarios. Me interesa mucho esa idea”, concluyó.

La cuidada agenda de la delegación argentina en esta gira por Europa, con la que se pretende reposicionar al país y dar a conocer la nueva imagen institucional, luego de la salida de la Casa Rosada del ex presidente Mauricio Macri, tendrá otro punto importante en la cena que sostendrán este miércoles en Roma el ministro Guzmán y la presidenta del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva. El tema central del encuentro, obviamente, será avanzar en la negociación de la millonaria deuda externa que tiene Argentina con el organismo. Guzmán y Georgieva se encontrarán en la capital italiana tras su participación en un seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales que abordará la profunda asimetría entre los estados más desarrollados y los países emergentes. Según recordó Infobae, ya se habían encontrado en Washington antes de que Alberto Fernández asumiera como presidente, y en ese cónclave informal analizaron las distintas posibilidades para lograr un acuerdo que beneficie al país y no complique la estabilidad económica del FMI.

Antes de asumir su mandato, Fernández había manifestado: “No hay pago de deuda que se pueda sostener si el país no crece. Tan simple como esto: para poder pagar hay que crecer primero. Buscaremos una relación constructiva con el FMI”. Según expresó, va “a firmar un único acuerdo, y la primera regla es dejar de pedir dinero”. “No voy a firmar acuerdos que no podemos cumplir. Eso ya lo hizo Macri”, señaló, al afirmar que primero necesita “reactivar la economía para poder pagar y resolver con sensatez el problema de la deuda”. Las aseveraciones del líder peronista tuvieron una réplica positiva de la búlgara Georgieva, quien cuando asumió Fernández lo felicitó mediante una publicación en su cuenta de Twitter y expresó que comparte “plenamente su objetivo de adoptar políticas que reduzcan la pobreza y fomenten el crecimiento sostenible”.