Cuando faltan poco más de dos meses para las elecciones presidenciales que se celebrarán en Bolivia el domingo 3 de mayo, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, sería el candidato más votado, de acuerdo con el primer sondeo de intención de voto. El MAS mantiene un fuerte respaldo en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Oruro, aunque ha perdido terreno en Santa Cruz y Beni, según surge de la encuesta publicada el domingo por tres cadenas de televisión bolivianas.

El trabajo elaborado por la empresa Ciesmori arroja que el postulante del MAS, el ex ministro de Economía Luis Arce, lidera la intención de voto con 31,6%, seguido por el postulante Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), con 17,1%, y la actual presidenta de facto Jeanine Áñez, de la alianza Juntos, con 16,5%. El cuarto lugar en las preferencias del electorado boliviano es ocupado por Creemos, el sector liderado por el ex dirigente cívico Luis Fernando Camacho, con 9,6%. El sondeo, encargado por el diario cruceño El Deber y el canal de televisión Unitel, abarcó a 2.224 personas y fue realizado entre el 7 y el 14 de febrero en las capitales de los nueve departamentos de Bolivia, con un margen de error de 2,07%. Si persisten estos resultados, Arce y Mesa disputarían una segunda vuelta electoral el 14 de junio.

La Constitución boliviana establece que si el candidato más votado en las elecciones acumula más de 40% de los sufragios válidos, con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo, será proclamado directamente ganador en la primera vuelta.

De acuerdo con los datos de la encuesta, el partido del depuesto ex presidente Evo Morales se impondría en cinco departamentos –La Paz, Cochabamba, Potosí, Oruro y Pando–, mientras que la actual mandataria Áñez se impondría en Tarija y en su tierra natal, Beni, Carlos Mesa únicamente ganaría en el departamento de Chuquisaca, cuya capital es Sucre, y el ultraderechista Luis Fernando Camacho sólo obtendría el triunfo en su feudo, el departamento de Santa Cruz.

Las elecciones del 3 de mayo fueron convocadas de forma extraordinaria tras la anulación de los comicios celebrados el 10 de octubre del año pasado, después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunciara irregularidades a favor del entonces presidente Morales, quien en esos comicios se postuló a un cuarto mandato. Morales, que gobernó Bolivia durante casi 14 años, desde 2006, se vio obligado a renunciar tras el informe de la OEA y después de soportar tres semanas de enorme presión por parte de la oposición, además de perder el apoyo de los militares.