Continúa el intercambio entre autoridades del futuro gobierno y dirigentes sindicales por el paro anunciado por la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) en rechazo al borrador de la ley de urgente consideración. Este martes, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, recogió el guante del futuro secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que había dicho que se trataba de una medida “ideológica” y se había mostrado “sorprendido” porque el motivo del paro “en realidad es un borrador”. También el futuro titular del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, había cuestionado la medida, aduciendo en declaraciones a El Observador que el sindicato nunca buscó una instancia de diálogo con el gobierno entrante.

En un mensaje publicado en Facebook, Pereira sostuvo que el ejercicio de la huelga “tiene siempre componentes ideológicos, tan ideológicos como los intentos de limitarla o deslegitimarla socialmente”. Para el presidente de la central, lo que sí es “realmente inadmisible” es “pretender, con la excusa de cuestionar una medida, menoscabar el derecho irrenunciable de las trabajadoras y los trabajadores a luchar por mejorar sus condiciones de vida”.

Delgado también había dicho el lunes que el sindicato tenía derecho a hacer el paro, pero que a su entender no contribuía a la “mejora en la educación”. “Cuando ocurren estas situaciones, son los más débiles los que lo sienten más, porque muchas veces la madre o el padre tiene que perder el jornal cuando no tiene con quién dejar a sus gurises en la casa”, había dicho. Pereira también criticó este punto de vista, y esgrimió que, si bien en la actualidad hay 185 días de clase, el promedio de asistencia es de 158 días. “En los contextos desfavorables esa brecha se amplía significativamente, llegando a perderse cerca de 40 días de clase, de los cuales los paros “son una parte insignificante”. “Que los alumnos estaban cuidando al hermano, que se inundó la cañada, que se llueve la casa y tantas otras peripecias que les toca vivir a los niños y niñas que viven en contextos desfavorables. Pero la preocupación surge por los dos o tres paros”, observó.