En el marco de la 43ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada este martes en la ciudad suiza de Ginebra, Damares Alves, titular del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, expresó que el mandatario va a combatir “las afrentas a la fe cristiana” que a su entender se están viendo en el país durante las celebraciones del carnaval.

Alves, una pastora de una iglesia evangélica de 54 años de edad, quien en reiteradas ocasiones dejó en claro sus posiciones radicalmente conservadoras, afirmó durante su participación en el evento internacional que “por desgracia hoy Brasil está viviendo sus días de carnaval. Y lo que estamos viendo lamentablemente es una afrenta y una falta de respeto a la fe cristiana”.

Estas manifestaciones de Alves se dan dos días después del desfile de la popular escuela de samba Mangueira, vigente campeona del Carnaval de Río de Janeiro, que durante su presentación en el Sambódromo incluyó en sus carros varias representaciones de la figura de Jesucristo, entre ellas la de una mujer negra y un joven negro de la favela.

La jerarca bolsonarista afirmó que “en nombre del arte, en nombre de la libertad de expresión, incluso en nombre de la libertad de prensa, estamos viendo objetos de culto de la fe cristiana siendo ridiculizados de una forma vil en Brasil”, y agregó que el gobierno va a combatir estas manifestaciones durante el carnaval.

Según el portal UOL, la ministra no especificó cuáles episodios puntuales son ofensivos ni qué objetos no habrían sido respetados. Cuestionada al respecto, Alves contestó: “Un montón. No piense que se trata sólo de una escuela de samba. Pasa en todo Brasil, en los blocos”, afirmó, a la vez que dijo que había recibido en su celular muchas fotos mientras estaba en Ginebra.

“Pero la actitud del gobierno es de combate a todo tipo de violación de objetos sagrados, de la fe y de la creencia”, afirmó Alves, que agregó que desde su ministerio se desarrollarán campañas de orientación.

“Duele. Ver golpeada la fe cristiana duele”, aseveró la ministra, que finalizó su discurso diciendo: “¿Ustedes imaginan una viejita, de allá del interior, que ama a Nuestra Señora, viendo cómo Nuestra Señora es ridiculizada? Eso duele. Mi derecho a divertirme no me da el derecho de lastimar a otros. Queremos un carnaval sin dolor”.