La visita del presidente chileno a Uruguay para la asunción de Luis Lacalle Pou, mañana, no será únicamente protocolar. Sebastián Piñera mantendrá, en compañía de su canciller Teodoro Ribera, una serie de encuentros bilaterales en busca de reactivar el trabajo del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), un bloque regional que impulsó y conformó hace casi un año y que hoy integran también Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú.
Según publicó hoy el medio chileno El Mercurio online, EMOL, citando altas fuentes de La Moneda, uno de los objetivos de Piñera en Montevideo será sumar a Uruguay al grupo, ya que durante el gobierno de Tabaré Vázquez el país participó en el Prosur sólo como observador.
Si bien actuó como observador, el gobierno de Vázquez mantuvo una actitud crítica con este organismo, que excluía expresamente a Venezuela. “No concebimos ningún ámbito de integración con exclusiones de ningún tipo; un ámbito de integración con exclusiones no integra, es contrario a su propia naturaleza”, había dicho el vicecanciller Ariel Bergamino a la cadena de noticias rusa Sputnik en marzo, en la previa a la cumbre del Prosur en Santiago. El jerarca encabezó la delegación uruguaya que participó en ese evento.
Chile impulsó el Prosur al tiempo que dejaba la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Según un documento de la cancillería de ese país del año pasado, este organismo internacional alternativo nació “con una nueva mirada para enfocar la cooperación y el desarrollo con una estructura ideológicamente neutra, flexible, liviana, no costosa y con reglas claras de funcionamiento que permita avanzar de manera efectiva en entendimientos y programas concretos de integración en función de los intereses comunes de los estados”.
Pero Lacalle Pou no se ha mostrado muy afín a que Uruguay integre nuevos organismos internacionales. En una conferencia de prensa que brindó tras la primera reunión de transición con Vázquez, en diciembre, dijo tener una “concepción general sobre la superabundancia de estrados internacionales”.
“La superpoblación de grupos no nos convence, y menos me convence cuando tiene un carácter de afinidad ideológica. Integramos la ONU, la OEA y el Mercosur. Otra cosa es que se nos invite a una reunión en concreto”, especificó, explicando a la vez que su gobierno no integraría el Grupo de Lima, aunque concordaba con su diagnóstico sobre Venezuela.