Apenas 48 horas después de la concreción de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), el primer ministro británico, Boris Johnson, manifestó que pretende llegar a un tratado de libre comercio con el bloque, pero rechazó que se concrete bajo las normas comunitarias.
“No hay necesidad de que un acuerdo de libre comercio obligue a Reino Unido a aceptar las normas europeas de competencia, subsidios, protección social, medioambiente ni nada similar”, afirmó Johnson, que sugirió que la UE también podría adaptarse a las nuevas normas británicas, según informaron medios internacionales.
El líder conservador expresó que pretende llegar a un acuerdo comercial similar al que su país tiene con Canadá. “Nos dijeron con frecuencia que debemos elegir entre un acceso completo a la UE, aceptando sus normas y tribunales al estilo noruego, o un ambicioso acuerdo comercial que abra los mercados y evite la gran colección de regulación europea, al estilo de Canadá”, afirmó Johnson.
La postura desafiante del primer ministro británico augura tiempos turbulentos entre su país y la UE. Una muestra de esto fueron recientes declaraciones realizadas por el polaco Donald Tusk, quien hasta diciembre fue el presidente del Consejo de la UE y actualmente es el presidente del Partido Popular Europeo. Durante una entrevista con la BBC, Tusk chicaneó a Johnson manifestando su empatía con los escoceses, que luego del brexit pretenden reactivar su independencia de Reino Unido. El polaco afirmó sentirse “muy escocés” y expresó que ese sentimiento es predominante dentro de la UE. “Emocionalmente, no tengo dudas de que todo el mundo estaría entusiasmado en Bruselas y más ampliamente en Europa”, respondió respecto del apoyo que podría encontrar en la UE el ingreso de una Escocia independiente.