El viernes el dólar terminó cotizando a la venta a 42,35 pesos y ayer cerró a 43,45 pesos, pero de mañana llegó a trepar hasta 45 pesos, e incluso algo más en algunas casas de cambio. Esta suba abrupta, que se suma a la de la semana anterior, fue motivo de consulta de la prensa para Azucena Arbeleche, cabeza del Ministerio de Economía, que ayer dio una conferencia de prensa con motivo del Día Internacional de la Mujer en la sede de la cartera, junto a la vicepresidenta Beatriz Argimón.
La ministra dijo que la “incertidumbre” respecto a la cotización en este momento “es muy elevada” y que el “conjunto de medidas” que el gobierno va a aplicar todavía no fue informado, e incluso se postergaron, “en parte por la incertidumbre” y también por “la volatilidad, especialmente en lo que refiere a las cotizaciones del petróleo”, que el fin de semana fue “aún más volátil”. Además, mencionó la “expansión de la epidemia del coronavirus que afecta al crecimiento mundial, y por lo tanto a los mercados internacionales y nacionales”.
No obstante, aseguró que el gobierno observa “lo que está ocurriendo con mucha calma”, y agregó que la política monetaria del gobierno es la misma que informó el presidente interino del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, a fines de la semana pasada, y que fue anunciada durante la campaña: “Continuamos sosteniendo que se va a acompañar a las fuerzas del mercado y se va a intervenir, como ocurrió en el día de hoy, para evitar un aumento abrupto de la divisa. Hoy fueron casi 18 millones de dólares que se vendieron en el mercado doméstico por parte del BCU”. Además, subrayó que lo que se está viviendo en Uruguay “no es ajeno a lo que está ocurriendo en el resto de los mercados emergentes”, y “hay que observarlo con tranquilidad, sabiendo que las intervenciones serán para evitar cambios bruscos en el tipo de cambio”.
Arbeleche no dio detalles sobre el “conjunto de medidas” económicas que tomarán; sólo que serán “muy amplias” y que están a la espera de tener “cerrados los números de las tarifas públicas”. “Si la situación amerita que esperemos un poco más con el tema de las tarifas públicas, lo haremos, porque lo más importante es que la adecuación tarifaria sea la correcta. No descarto que anunciemos el otro conjunto de medidas y que las adecuaciones tarifarias sean postergadas”, finalizó.
Repercusiones
La suba del dólar trajo varios comentarios en el ambiente político. El economista Javier de Haedo, ex Partido Nacional, escribió en su cuenta de Twitter que “viene al caso recordar que entre agosto y diciembre de 2008, en un contexto global crítico, como el actual, el dólar subió en Uruguay un 26,7%, con la misma política cambiaria de hoy, que permite adecuar con gradualidad los precios relativos ante un shock externo”. Agregó que el BCU, “hoy como entonces, está actuando razonablemente, permitiendo que nuestra moneda acompañe a la tendencia global que afecta a sus pares (emergentes) pero atenuando la volatilidad cuando esta se exacerba”.
En tanto, el ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García (Frente Amplio), advirtió a la diaria que si el dólar sigue subiendo va a haber un “impacto inflacionario importante”, y que “los principales sectores beneficiados son los exportadores”, mientras los “principales perjudicados” serán los que tienen “ingresos fijos: jubilaciones y salarios”. “Si a esta reducción de los ingresos fijos medidos en dólares se le agrega un componente inflacionario, tenemos un cuadro de riesgo de volver a épocas pretéritas que creíamos ya superadas”, señaló.
García opinó que el “empuje” que tuvo el dólar es básicamente “de expectativa”, porque cuando el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dice “que el dólar debe subir”, es “de cajón” que “la gente sale y compra dólares”. “Por lo tanto, me sorprendió escuchar al presidente planteando que la suba del dólar era por consecuencia de efectos internacionales, que en parte puede llegar a ser, pero si tenés un nuevo presidente que dice que el dólar debería subir, es bastante lógico que las expectativas estén presionando la suba del tipo de cambio”, insistió.
Por último, García dijo que es “lógico” que el BCU intervenga “para recortar las puntas de una tendencia”, pero “es contradictorio estar azuzando al mercado a través de declaraciones y después hacer intervenir al BCU, porque lo único que se logra con eso es que haya especulación de corto plazo y gente que se beneficie con esa especulación”.
Por su parte, la economista Gabriela Mordecki dijo a la diaria que hacer declaraciones como “qué bueno que suba el dólar” no son correctas. “En situaciones así, que suba el dólar no es algo permanente y no es buena noticia para nadie. La demanda está colapsada y los precios están cayendo, porque una cosa compensa la otra, [a nivel internacional] nadie está comprando nada de ningún lado”. Además, observó que en el mundo “el comercio también se resintió, así como el transporte de personas”.
Por último, Mordecki subrayó que “no hay que olvidarse de que el dólar no es sólo para los exportadores”, sino también “para los importadores y para la deuda del gobierno”. “Uruguay es un país donde el dólar le pega a todas las familias. Casi 80% de los depósitos de los uruguayos están en dólares; todos tenemos pequeños o mayores ahorros”, graficó.
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