La esperable renuncia a su candidatura del multimillonario Michael Bloomberg para apoyar la candidatura de Joe Biden terminó siendo este miércoles una buena noticia para el ex vicepresidente, que tras la votación del supermartes, que se desarrolló en 14 estados y un territorio estadounidense, quedó primero en la carrera demócrata, por encima de Bernie Sanders.

El ascenso de Biden, reforzado en la previa de la decisiva jornada del supermartes por las sucesivas renuncias a su favor de Tom Steyer, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, se reflejó en las urnas, ya que el postulante de 77 años de edad logró imponerse en los estados de Virginia, Arkansas, Alabama, Carolina del Norte, Tennessee, Oklahoma, Massachusetts, Minnesota y Texas, y aún corre con chances en Maine, donde quedan votos por contar y la competencia con Sanders es pareja.

De esta manera, el establishment demócrata suspiró con alivio, ya que un candidato moderado como Biden es visto como un mejor oponente para el actual presidente, Donald Trump, en las elecciones presidenciales que se celebrarán el martes 3 de noviembre.

Como vienen señalando los analistas, el fuerte apoyo que tiene Biden entre la población negra y entre los votantes centristas terminó haciéndolo prevalecer sobre Sanders, que cuenta con la mayoría de las simpatías entre el electorado latino y entre los jóvenes y universitarios más progresistas.

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Gracias a esta categoría de votantes demócratas Sanders logró ganar el martes en Vermont –estado por el cual es senador–, en Utah y en Colorado. Además, a falta de que termine el recuento total de sufragios, el candidato más posicionado a la izquierda del partido también será el más votado en California, el estado que más delegados otorga para la convención demócrata, pero su ventaja sobre Biden tampoco será tan contundente como para contrarrestar los triunfos de su rival.

El único lugar donde no se impusieron ni Biden ni Sanders fue en el territorio de Samoa Americana, un pequeño archipiélago situado en el océano Pacífico donde residen algo menos de 60.000 habitantes y en el que estaban en juego seis delegados. Este pírrico triunfo del ex alcalde neoyorquino lo llevó a renunciar en su camino a la Casa Blanca, luego de ver cómo los más de 500 millones de dólares que invirtió en propaganda, particularmente en la televisión y las redes sociales, no lograron captar la adhesión de los votantes demócratas.

Cuando aún quedaban votos por contar en California, Biden sumaba 462 delegados contra 393 de Sanders. Tercera, muy lejos de los dos y ya sin chances reales de ser la elegida, está la senadora Elizabeth Warren, que cuenta con el apoyo de 51 delegados.

Warren, quien fue elegida para ser congresista por Massachusetts, ni siquiera logró destacarse en su estado, donde finalizó tercera. De todas maneras, la senadora de 70 años de edad afirmó que no se bajará de la carrera y que seguirá dando “pelea”.

Ahora el cronograma electoral marca que habrá unos días de descanso para los candidatos, pero el martes habrá nuevas votaciones en seis estados: Dakota del Norte (donde están en juego 14 delegados), Michigan (125), Idaho (20), Mississippi (36), Missouri (68) y Washington (89). Posteriormente en el correr de marzo y abril seguirán las votaciones en varios estados y se presume que la carrera se terminará de resolver el 28 de abril, día en el que se realizará la interna demócrata en los estados de Nueva York, Pennsylvania, Maryland, Connecticut, Rhode Island y Delaware.

Las primarias finalizarán el 6 de junio, cuando se elijan los siete delegados por las Islas Vírgenes Estadounidenses, y algo más de un mes después, del 13 al 16 de julio, se celebrará la Convención Nacional Demócrata en la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin. En esta instancia el candidato presidencial del partido tendrá que contar con el apoyo de al menos 1.991 delegados.