Tras casi un año de la disolución del Parlamento, los ciudadanos isralíes están convocados nuevamente a votar, en unas elecciones que podrían sacar al país del bloqueo político en el que se encuentra por la falta de conformación del gobierno. Aproximadamente son seis millones y medio los habilitados para votar, en unas elecciones que, de acuerdo con los analistas, no generan mayores expectativas en la población. En buena medida, esto se debe a que, de acuerdo con los sondeos previos, los principales candidatos –el actual primer ministro, el derechista Benjamin Netanyahu, y el líder de la oposición centrista, Benny Gantz– no llegarían a obtener los 61 escaños que les permitirían conformar un nuevo gobierno.

Según consignó la agencia de noticias Efe en base a medios israelíes, a no ser que se modifiquen sustancialmente los patrones de voto respecto de las dos elecciones previas o que una baja participación altere los resultados, el futuro político israelí quedará una vez más librado a la negociación entre los partidos que superen el umbral de 3,25% de votos emitidos. De las 30 listas que se presentarán en estas elecciones, sólo nueve tienen posibilidades reales de acceder al Knéset, término en hebreo que literalmente quiere decir asamblea, con el que se designa al Parlamento.

Una encuesta del Canal 12 de la televisión israelí mostró que el bloque de derecha y religioso liderado por Netanyahu ganará 58 escaños, sólo tres menos de la mayoría de la Knéset, mientras que los sectores que apoyan a Gantz, partidos de centro y también laicos, sumarían 56. Por el contrario, un sondeo realizado por el Canal 13 le dio a Netanyahu 56 escaños, contra 57 de Gantz.

Si los resultados de las elecciones se asemejan a lo que indican las encuestas, el partido Yisrael Beytenu, del ultraderechista Avigdor Liberman, volvería a tener la llave de la gobernabilidad, aunque su postura inflexible, que ya impidió la formación de un gobierno mayoritario después de las elecciones de abril y setiembre, puede mantenerse, lo que llevaría a que se tengan que celebrar nuevos comicios en setiembre.

El tercer partido más votado, detrás del Likud de Netanyahu y del partido Kahol Lavan (Azul y Blanco) de Gantz, será, según todas las encuestas, Lista Conjunta Árabe, sector al que también apoyan varios sectores izquierdistas judíos.

Como telón de fondo del panorama político de Israel están las acusaciones judiciales contra Netanyahu, quien enfrenta varias causas por corrupción. Está previsto que se presente ante la Justicia el martes 17.