Ya son varios los políticos europeos que dieron positivo en el test del coronavirus o están en cuarentena por haber estado en contacto con un portador del virus. Los casos más notorios estaban hasta ahora en España, donde dieron positivo Begoña Gómez, esposa del presidente español, Pedro Sánchez, y la ministra Irene Montero, esposa del vicepresidente Pablo Iglesias, por lo cual todos están en cuarentena. En Italia había otro caso de renombre: el del secretario general del Partido Demócrata, Nicola Zingaretti, cuyo test dio positivo.

En las últimas horas fue la canciller alemana, Angela Merkel, quien empezó a hacer cuarentena después de que diera positivo un médico con el que estuvo en contacto el viernes. Merkel tiene 65 años, por lo que es la primera política de Europa que podría haber contraído el virus y es parte de la población de riesgo.

Pero la situación más dramática sigue siendo la de Italia, donde ayer arribaron más de 50 médicos y enfermeros cubanos para colaborar con el sistema de salud local, que está colapsado desde hace varios días. En Italia los fallecidos superaban este domingo los 5.400 y los infectados, los 60.000.

China sigue siendo el país que tuvo más casos positivos de coronavirus, aunque desde el jueves los únicos que se mantienen son los importados a excepción de uno registrado el sábado. Le siguen Italia y, en tercer lugar, Estados Unidos, donde los contagios superan los 30.000 casos.

Las medidas adoptadas por el gobierno de Donald Trump, tímidas hasta ahora, parecen haberse disparado el fin de semana, cuando la cifra de muertes fue de más de 400. El mandatario puso este domingo la Guardia Nacional a disposición de los tres estados más afectados. Estos soldados de reserva con los que podrán contar los gobiernos locales se dedicarán principalmente a construir unidades sanitarias y garantizar la seguridad y el abastecimiento.

Los estados en peor situación son Nueva York, con 15.168 casos y 114 muertes; California, con 1.605 casos y 30 fallecidos, y Washington, donde de sólo 500 casos murieron 94 personas. La autonomía de los estados en este país implica que cada uno determine qué casos testea, lo que se traduce en relaciones muy diferentes entre el diagnóstico y las muertes.

Que se disparara el número de diagnósticos y fallecimientos llevó a que varios estados decretaran la cuarentena obligatoria. Se llegó a un total de ocho, por lo cual 100 de los casi 330 millones de estadounidenses están obligados a permanecer en sus casas.

Las medidas más estrictas impuestas este fin de semana son las de Nueva York, donde el gobernador, Andrew Cuomo, implementó el plan Nueva York en Pausa, que incluye la cuarentena obligatoria y el cierre de todos los negocios, excepto los considerados esenciales, como los que venden alimentos y medicamentos, los bancos y las estaciones de servicio.