La profunda crisis económica que está viviendo Brasil, acentuada por el impacto que está teniendo la pandemia de coronavirus, llevó a que en el Palacio de Planalto se comenzara a idear un gran plan de obras públicas financiadas con dineros públicos que tiene el doble propósito de reactivar la economía y combatir el creciente desempleo.

Según lo que informó Folha de São Paulo, el presidente Jair Bolsonaro delegó el liderazgo de este ambicioso plan de tres años de duración al ministro de la Casa Civil, Walter Braga Netto, quien se desempeña como jefe de gabinete y, se presume, detenta actualmente el verdadero poder en Brasilia.

Aspectos del plan fueron presentados y discutidos ayer en una reunión que mantuvo Bolsonaro con su equipo de ministros. La propuesta todavía está en plan de elaboración, pero la visión, particularmente del ala militar del gobierno, cada vez más influyente, entiende que las obras públicas servirán para potenciar al país.

De acuerdo a lo que manifestaron personas presentes en la reunión a Folha, en el cónclave entre el mandatario y su gabinete se analizó la crisis causada por la pandemia de coronavirus, que se extenderá al menos hasta fin de año, por lo que se está reviendo la actual política de ajuste fiscal.

El Ministerio de Infraestructura estima que con este plan se podrá generar entre medio y un millón de puestos de trabajo en los próximos tres años. Sólo en esa cartera la proyección es que las inversiones sean de cerca de 5.500 millones de dólares, para poder retomar alrededor de 70 grandes emprendimientos que actualmente están paralizados o trabajando muy por debajo de su capacidad.

Pero claro está que el ambicioso plan del ala militar choca de frente con las políticas que pretende lleva adelante el ministro de Economía, Paulo Guedes, un ultraliberal que llegó a Planalto con la idea de reducir al máximo el rol del Estado en la economía y de vender numerosas empresas públicas para reducir el déficit fiscal.

La idea de Guedes es estimular la actividad económica a través de la concesión de créditos, tanto de instituciones públicas como privadas, para poner al servicio de las empresas.

Pero esta iniciativa del ministro de Economía es vista con escepticismo por sectores con fuerte influencia sobre el mandatario, ya que entienden que estas propuestas no serán capaces de generar puestos de trabajo a corto plazo para aliviar el enorme impacto que está teniendo la pandemia en el país.

Por otro lado, Bolsonaro está cada vez más cercado políticamente y en el Congreso se siguen sumando los pedidos de juicio político en su contra. Ayer el presidente del Partido Democrático Laborista, Carlos Lupi, entregó al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, el documento en el que solicita el impeachment al mandatario.

“El país no puede seguir viendo tantos actos de irresponsabilidad de este presidente, entonces estamos actuando para defender nuestro pueblo y nuestra democracia”, declaró Lupi a la revista Fórum.

Esta situación sumamente incómoda está llevando a Bolsonaro a rever sus apoyos dentro del Congreso, con la finalidad de poder tener una base política sólida en caso de que alguno de los numerosos pedidos de juicio político sean puestos a consideración de los legisladores.

Es por esta razón que el ministerio de Economía que encabeza Guedes, que en los primeros meses de la gestión de Bolsonaro absorbió otras reparticiones del Estado, puede ser sacrificado para atender a dirigentes de los partidos que ocupan el centro del panorama político. De acuerdo a una nota publicada este miércoles por el sitio UOL, al presidente le habrían sugerido una reforma ministerial.

En ese marco, el Ministerio de Trabajo volvería a tener su estatus y el elegido para ocupar ese cargo sería Roberto Jefferson, político de larga trayectoria que actualmente es el presidente del Partido Laborista Brasileño.

‌En los últimos días Jefferson, luego de un largo período de ostracismo, reapareció en la escena política brasileña esta semana, cuando realizó una transmisión en vivo a través de Facebook en la que elogió a Bolsonaro y mencionó un supuesto plan de Rodrigo Maia para viabilizar un golpe de Estado contra el presidente.

‌La recreación de este ministerio representaría el comienzo del desmantelamiento del actual súper Ministerio de Economía, que tiene bajo su órbita a las carteras de Trabajo, Previsión Social, Industria y Planeamiento y Comercio Exterior.