El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades advirtió a los países de la Unión Europea que es “prematuro” dejar sin efecto las medidas de aislamiento social para evitar los contagios en la epidemia de coronavirus. A su entender, esas restricciones deberían mantenerse “durante al menos unos meses”.
La autoridad sanitaria del bloque consideró que incluso si baja el número de contagios, esto no significa que el pico de la epidemia ya pasó, y llamó a interpretar esos datos con “precaución”. Antes de desactivar las medidas de aislamiento social, el centro llamó a los países avanzar en otras.
En su comunicado, citado por la agencia de noticias Efe, recomendó aumentar el número de test y los mecanismos para vigilar el efecto epidemiológico que pudiera tener esta flexibilización. Según sus evaluaciones, “ningún país está cerca de alcanzar el umbral de protección de la población necesario, lo que significa que es previsible una transmisión sostenida del virus si las medidas son levantadas demasiado rápido”.
Los países que tienen previstos cambios en las medidas restrictivas que aplican desde el estallido de la epidemia en Europa son algunos de los que tienen menor cantidad de casos, y todos tienen previsto que el cambio sea progresivo. Uno de ellos es Noruega. “Vemos que la curva se acható y que las medidas para frenar el contagio funcionan”, dijo la primera ministra, Erna Solberg, pero aclaró: “No podemos bajar los brazos”.
A partir del lunes 20, en Noruega comenzarán a abrir las guarderías, y la semana siguiente las escuelas empezarán a recibir alumnos de los primeros grados, y los liceos los de los últimos años de secundaria. Abrirán sus consultorios los psicólogos, fisioterapeutas y masajistas, y comenzarán a trabajar las peluquerías. Pero se mantendrá el cierre de fronteras, seguirán cerrados bares y restaurantes, y seguirán prohibidos los espectáculos masivos hasta el 15 de junio. La población de Noruega es de casi cinco millones y medio de personas. Los casos de coronavirus confirmados allí son unos 5.700 casos, el número de muertes es de 71 personas, y el contagio muestra un descenso en los últimos días.
Una situación muy similar es la de Dinamarca, que tiene un número de habitantes parecido, y donde se registraron 4.681 contagios y 187 muertes. Si estos números no cambian de modo abrupto, a partir del 15 de abril se van a aplicar medidas muy parecidas a las que prevé Noruega, según anunció la primera ministra, Mette Frederiksen.
También Austria prevé flexibilizar algunas restricciones de manera gradual. Si bien allí, con una población que no llega a los nueve millones de habitantes, los casos de coronavirus son más, unos 12.000, y murieron 220 personas, los nuevos contagios diarios van en caída.
En Suecia, con algo más de diez millones de habitantes, el número de casos confirmados de covid-19 es de unos 7.700 y las muertes son cerca de 600. Si bien no está previsto reducir las restricciones, Suecia adoptó desde el principio medidas más suaves que las de otros países de Europa. No ordenó el cierre de instituciones educativas y recién esta semana acordó con la oposición una ley que permitirá al gobierno tomar medidas como las de cerrar centros comerciales, puertos o restaurantes.
Finlandia, en cambio, anunció el martes medidas más restrictivas en sus fronteras con Suecia y Noruega. Sólo se permitirán los viajes de trabajo “estrictamente necesarios”, informó la primera ministra, Sanna Marin. En su país, con cinco millones y medio de habitantes, los casos de covid-19 confirmados son 2.308, y 27 personas murieron por esta causa.