En un intento de tener semanas más tranquilas que las anteriores, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, comenzó este lunes con una reunión oficial en la que dio todo su respaldo al ministro de Economía, Paulo Guedes, quien se rumoreaba que podría ser el próximo ministro en dejar el gobierno, luego de las salidas del titular de Salud, Luiz Henrique Mandetta, y del de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro.

En una conferencia de prensa a la salida del Palacio de Planalto, en Brasilia, el mandatario ultraderechista dijo que “el hombre que decide la economía” en el país es Guedes, quien compareció ante los medios junto al líder del Ejecutivo. “Él nos indica el norte, nos da las recomendaciones y nos dice qué camino debemos seguir”, afirmó el ex capitán, de acuerdo a lo que informaron medios brasileños. Inmediatamente Bolsonaro le pasó al micrófono a Guedes, quien afirmó que el gobierno sigue firme en su política de responsabilidad fiscal y agregó que los gastos públicos extraordinarios que se hicieron durante la crisis generada por el coronavirus son una “excepción”.

En su contacto con la prensa Guedes fue interrogado acerca del programa Pro Brasil, un ambicioso plan de obras públicas que fue anunciado la semana pasada, bajo el auspicio del ala militar del gobierno de Bolsonaro, que encabeza el jefe de gabinete, el general Walter Braga Netto. Durante el evento no estuvo presente ningún integrante del equipo económico que encabeza el ministro, un ultraliberal que llegó al gobierno con la consigna de recortar los gastos públicos y privatizar empresas estatales. A propósito de este tema, Guedes dijo, sin ampliar en detalles: “El programa Pro Brasil, en la realidad, son estudios en el área de la infraestructura, de la construcción civil, para ayudar en la idea de crecimiento. Eso va a ser hecho dentro de los programas de recuperación de la estabilidad fiscal”.

Más apegado a su tradicional prédica, Guedes cuestionó a los empleados públicos y al respecto dijo que esta semana el gobierno puede avanzar en su plan de congelar los salarios de los empleados públicos federales. La idea del ministro es que por un año y medio estos funcionarios no reciban ningún tipo de aumento salarial, “porque no puede ser que se queden en su casa encerrados con la heladera llena viendo la crisis [causada por la covid-19] mientras millones de brasileños están perdiendo sus trabajos”.

“Precisamos que los funcionarios públicos muestren que están con el país y que van a hacer un sacrificio por Brasil [...] Ellos van a colaborar quedándose sin pedir aumentos por un tiempo”, comentó Guedes. Según el ministro, el congelamiento de los salarios de los empleados estatales reducirá los gastos públicos en los próximos meses, cuando el gobierno tenga que pagar la cuenta de las erogaciones adicionales necesarias para paliar la crisis causada por el coronavirus.

Justicia y paciencia

Horas más tarde, Bolsonaro se refirió a las acusaciones que hizo en su contra, en el momento de renunciar, el ahora ex ministro Sérgio Moro, quien dijo que el presidente pretendía tener bajo su control a la Policía Federal.

El mandatario dijo que espera que el Supremo Tribunal Federal (STF) pueda analizar cuanto antes estas denuncias. Celso de Mello, uno de los integrantes del STF, autorizará en las próximas horas la apertura de un expediente para estudiar las acusaciones hechas por Moro, por solicitud del fiscal general Augusto Aras. “Espero que el STF analice el caso, para salir de dudas. Una acusación muy grave se hizo contra mí, y sería bueno que el STF decida ese tema lo más rápido posible. El ex ministro puede presentar pruebas, si es que las tiene, obviamente”.

Otro frente que tiene abierto Bolsonaro está en el Congreso, donde ya hay 25 pedidos de juicio político en su contra. Sobre este tema se expresó este lunes el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien afirmó que estas solicitudes deben ser analizadas “con paciencia”. “Cuando se está tratando un tema como el juicio político, en el que actúo como un juez, no puedo estar comentando temas en los que debo tomar una decisión de forma independiente”, explicó.

En cuanto al impacto de la covid-19 en el país, los últimos datos oficiales indican que en Brasil actualmente hay 31.806 personas infectadas –ya se recuperaron 30.152– y las muertes atribuidas a la enfermedad son 4.543.