Desde que asumió la presidencia brasileña, el 1º de enero de 2019, Jair Bolsonaro recibió 17 pedidos de juicio político en la Cámara de Diputados, la mayor parte de ellos en los últimos meses de su gestión.

Solamente uno de los recursos presentados fue archivado por el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, en tanto los restantes están esperando ser analizados.

La participación de Bolsonaro el domingo en un acto en Brasilia en el que se atacó al Congreso y también al Poder Judicial agudizó a los opositores del ultraderechista. En este marco, el lunes, el abogado José Rossini Campos do Couto Correa presentó un recurso ante el Supremo Tribunal Federal (STF) y ante la Cámara de Diputados para que la corte analice el pedido de juicio político que hizo ante el órgano legislativo.

En su alegato, según informó la revista Fórum, Couto Correa le solicitó al STF que le otorgue un plazo de 15 días a Maia para que analice su pedido, y que en caso de no hacerlo acuse al presidente de la cámara de omisión de sus funciones.

El abogado acusa a Bolsonaro de romper el decoro presidencial, atacar a la prensa, contrariar las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud y apoyar actos públicos que piden el cierre del Congreso y atacan a la Justicia.

Los partidos de la oposición vienen articulando maneras de llevar a los hechos la consigna “Fuera Bolsonaro”, y con ese objetivo están diseñando una estrategia que pasa por presentar recursos ante el STF y también seguir mandando solicitudes de juicio político.

En este sentido, el líder de la minoría en la Cámara de Diputados, el legislador José Guimarães, representante del Partido de los Trabajadores (PT) por el estado de Ceará, dijo: “No podemos aceptar a un presidente que gobierna contra la Constitución que juró defender. Él ya pasó todos los límites, por eso su salida se tiene que dar. Estamos evaluando cómo lo vamos a hacer, convocando a generar consensos entre las fuerzas políticas, así como entre los movimientos sociales”.