La falta de fondos necesarios para paliar la grave crisis económica que atraviesa Argentina, que se vio, al igual que el resto del mundo, notoriamente dañada por la pandemia de coronavirus, llevó al gobierno que encabeza Alberto Fernández a tomar medidas excepcionales.
Una de ellas es el proyecto de ley que consiste en la aplicación de un impuesto por única vez a las personas que poseen las mayores fortunas del país.
De acuerdo a los cálculos preliminares, el gobierno espera recaudar una cifra algo superior a 3.000 millones de dólares, de acuerdo con lo que reveló el diputado oficialista Carlos Heller, quien encabeza la redacción de la normativa, según consignó Tiempo Argentino.
El nuevo tributo gravaría a las personas físicas con riquezas por encima de los tres millones de dólares y también alcanzaría a los patrimonios y ganancias empresariales.
“Encontramos que hay un universo muy chico de personas físicas con patrimonios por encima de ese mínimo. Son unas 12.000 personas. Es apenas 0,08% de la población económicamente activa. Dividimos ese universo en diversos tramos, escalando y jugando con distintas alícuotas, y estimamos que podemos generar ese ingreso”, explicó Heller en declaraciones a la radio La 990. “La dificultad está en tener bases de datos ciertas que nos permitan realizar proyecciones adecuadas. Por ejemplo, todavía nos falta hablar de patrimonios y ganancias empresariales porque no tenemos la base de datos actualizada al respecto”, explicó.
El proyecto fue el tema principal de una reunión realizada el martes en la que participaron el presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el presidente del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, y el propio Heller. En el encuentro los presentes acordaron seguir perfeccionando la idea, aunque su concreción en ley dependerá de las posibilidades que tenga el Congreso para sesionar mientras dure la cuarentena.
Respecto de la norma, Heller agregó: “Esta no es una campaña de persecución contra nadie. No es una caza de ricos. Esta propuesta no tiene nombres propios, no tengo idea de quiénes son esas 12.000 que podrían ser alcanzadas. Sólo hay una necesidad imperiosa de conseguir recursos y se está buscando de dónde obtenerlos sin cambiarle las condiciones de vida a nadie”.
Entre las personas físicas afectadas por este impuesto estarán los ciudadanos argentinos que entraron en el último ranking anual de la revista Forbes como “poseedores de fortunas superiores a los 1.000 millones de dólares”. Se trata de Paolo Rocca, de Techint (con una fortuna valuada en 3.300 millones de dólares); Alejandro Bulgheroni, de Pan American Energy (2.700 millones); Marcos Galperin, de Mercado Libre (2.400 millones); Alberto Roemmers, propietario del laboratorio que lleva su apellido (2.300 millones); y Gregorio Pérez Companc, que dejó en manos de sus hijos el holding alimenticio Molinos Río de la Plata (1.700 millones).
Según explicó Mercedes Marcó del Pont, titular de la Administración General de Impuestos Públicos, en declaraciones a Radio con Vos, lo que se busca con este impuesto es “una mayor progresividad en lo que es la política tributaria y de recaudación”.