“Mientras el mundo se enfoca en atender la emergencia de la covid-19, el gobierno de [el presidente estadounidense, Donald] Trump, instrumentalizando una vez más las instituciones para alcanzar sus objetivos electorales y basándose en infamias bajo el pretexto de la lucha contra las drogas, ha ordenado el despliegue militar más grande de Estados Unidos hacia nuestra región en 30 años, con el fin de amenazar a Venezuela y llevar a nuestra región a un conflicto bélico costoso, sangriento y de duración indefinida”, advierte la carta que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dirigió “al pueblo” estadounidense y que ayer dio a conocer por medio de su cuenta de Twitter. “En medio de nuestra lucha sin tregua [...] envío una carta al pueblo [...] con un mensaje de solidaridad y un llamado a la Paz. Ninguna agresión supremacista puede quebrar nuestros lazos de fraternidad”, dice el mensaje de Maduro que acompaña la carta.

En la misiva, el mandatario venezolano menciona que el 26 de marzo el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, lo acusó de narcotraficante “sin mostrar prueba alguna” y asegura que el presidente Trump “construye una cortina de humo para ocultar el improvisado y errático manejo de la pandemia” en su país.

Recompensa y despliegue militar

Barr anunció la presentación de cargos en tribunales de Estados Unidos contra Maduro; el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, por los delitos de narcoterrorismo, importación de cocaína y tenencia de armas y artefactos destructivos. Además, ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro.

Además, Trump anunció el miércoles la duplicación del número de militares en América Latina para combatir al narcotráfico. “Estados Unidos está fortaleciendo sus operaciones contra las drogas en América Latina para proteger al pueblo estadounidense del azote mortal de las drogas. No dejaremos que los cárteles del narcotráfico se aprovechen de esta pandemia para amenazar la vida de los estadounidenses”, había anunciado Trump en una rueda de prensa, poco después de que el general Mark Milley, jefe del estado mayor conjunto, explicara que se había detectado que los narcotraficantes estaban aprovechando la situación generada por la covid-19 para incrementar el ingreso de drogas a Estados Unidos. Trump describió el despliegue militar: “Estamos desplegando destructores navales, barcos de combate, helicópteros, aviones de la fuerza aérea para labores de vigilancia y patrullas de la Guardia Costera, duplicando nuestras capacidades en la región”.

La nueva estrategia de Trump llega luego de que Maduro rechazara una propuesta del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para encontrar una salida a la situación de Venezuela. La semana pasada Estados Unidos propuso la conformación de un gobierno de transición que incluya a representantes de Maduro y del líder opositor Juan Guaidó y convoque “elecciones libres y justas”. Pompeo, además, anunció que, después de esas elecciones, su país levantaría las sanciones económicas contra Venezuela.

Repercusiones en Uruguay

Sobre la propuesta de Estados Unidos, el gobierno uruguayo se pronunció el sábado mediante un comunicado de la cancillería. “Uruguay estima que la propuesta ofrece una oportunidad a las partes en Venezuela para construir una salida a la crítica situación que atraviesa el hermano país”, expresa el texto. Asegura, además, que Uruguay trabajará “apoyando constructivamente todos los esfuerzos viables para alcanzar el objetivo de una salida pacífica y democrática de la crisis venezolana”. Finalmente, el comunicado considera que “son los venezolanos quienes deberán liderar el proceso que conduzca a una solución”, pero “la Comunidad Internacional tiene también un rol y una responsabilidad, que es la de acompañar y apoyar los esfuerzos dirigidos hacia una salida definitiva a la crisis que sufre” el pueblo de Venezuela. La iniciativa también fue respaldada por el gobierno colombiano y los 14 países que integran el Grupo de Lima.

Poco después de que se conociera este pronunciamiento, el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) emitió una declaración en la que rechaza la posición del gobierno, porque “contradice principios históricos de la política exterior uruguaya, como son la defensa de la paz, la no injerencia y el respeto a la autodeterminación de los pueblos”.

Para el FA, apoyar el plan de Estados Unidos implica “alinear” a Uruguay “en una estrategia de agresión e intervención”. “La declaración del gobierno uruguayo se da cuando Estados Unidos ha lanzado una amenaza directa contra Venezuela, con la movilización de buques de guerra, aviones, helicópteros y tropas hacia sus costas, anunciada públicamente por Donald Trump”, expresa. Y considera que el apoyo implica, “en los hechos, avalar esta estrategia de agresión y amenazas”. El FA declara que “lo que corresponde” es reclamar “el inmediato levantamiento del bloqueo económico y financiero” que mantiene Estados Unidos sobre Venezuela y concluye diciendo que los caminos “para resolver los problemas planteados en Venezuela deben ser resueltos” por los venezolanos, “sin injerencias externas y sin amenazas de agresión”. “Es hora de paz y solidaridad, no de amenazas y bloqueos”, añade.