En un comunicado, el ministro de Defensa de Brasil, el general Fernando Azevedo e Silva, afirmó que las Fuerzas Armadas trabajan con el objetivo de “mantener la paz y la estabilidad del país”, obedeciendo, siempre, la Constitución. El documento, reproducido por los medios brasileños sobre el final de la tarde del lunes, fue publicado luego de que integrantes del Congreso y del Poder Judicial presionaran al Ejecutivo para que se posicionara oficialmente con respecto a la participación del presidente Jair Bolsonaro en una manifestación que tuvo lugar el domingo en Brasilia en el marco del Día del Ejército, en la que se pidió por la intervención militar en el país. Bajando el tono, el texto firmado por el ministro de Defensa expresa: “El momento que estamos viviendo exige el entendimiento y el esfuerzo de todos los brasileños”.

Más temprano, el propio Bolsonaro se mostró menos desafiante, luego haber recibido indicaciones de altos mandos militares para que así lo hiciera, según informaron medios brasileños. Al salir del Palacio de la Alvorada en la mañana del lunes el mandatario ultraderechista afirmó que defiende la libertad y la democracia “por encima de todo”. “La gente generalmente conspira para poder llegar al poder, pero yo ya estoy en el poder. Yo soy el presidente de la República”, afirmó Bolsonaro ante los medios de prensa, y luego agregó: “Yo soy, realmente, la Constitución”.

El mandatario, además, se desmarcó del tono golpista del evento en el que participó el domingo. “Agarren mi discurso. No dije nada contra otro poder. Por el contrario. Queremos volver a trabajar, eso es lo que quiere el pueblo. Fui allá a saludar al Ejército brasileño. Nada más que eso. Fuera de eso, sólo hay invenciones e intentos de prender fuego al país”, afirmó.

No obstante, la presencia del presidente en el acto generó la reacción del fiscal general de la República, Augusto Aras, quien le solicitó al Supremo Tribunal Federal (STF) la apertura de una investigación sobre la naturaleza de los actos del domingo en Brasilia. “El Estado brasileño admite una única ideología, que es la del régimen de la democracia participativa. Cualquier atentado a la democracia ataca a la Constitución y a la Ley de Seguridad Nacional”, afirmó Aras en su solicitud al STF.