El gobierno aún está lejos de los 1.000 testeos diarios de covid-19 que proyectaba a principios de abril. El Sistema Nacional de Emergencias informó el lunes que se realizaron 177 testeos, cuando la semana pasada se había logrado por momentos superar los 300 diarios. El sábado, en conferencia de prensa, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, aseguró que existe “capacidad ociosa” para hacer los testeos tanto en los laboratorios de los prestadores como en laboratorios privados. Sin embargo, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) mencionó en un comunicado público distintos problemas que dificultan la realización de las pruebas. El SMU se refirió a la ausencia de “una definición clara sobre a quiénes debería realizarse” y sostuvo que la implementación del testeo “queda a criterio de cada institución” y que falta disponibilidad de medios de transporte e hisopos, entre otras dificultades logísticas para la toma de muestras.
En la mañana de este martes habrá una reunión en la que participarán los prestadores privados y públicos, el SMU, el Sindicato Anestésico Quirúrgico, la Federación Médica del Interior, Delgado y el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, para conversar sobre esta situación. El lunes de tarde hubo un encuentro técnico entre referentes de la Junta Nacional de Salud y la Dirección General de la Salud con las direcciones técnicas de los prestadores para intercambiar criterios. Entre los prestadores hay situaciones muy dispares: mientras que algunos tienen “capacidad ociosa” para realizar testeos en sus laboratorios, otros necesitan pedir insumos prestados a otras instituciones y otros, a su vez, alegan que la “capacidad de pago” limita la cantidad de pruebas que llevan a cabo cada día.
A partir del decreto aprobado el 1º de abril, se incorporó el procedimiento de diagnóstico de coronavirus al Plan Integral de Atención en Salud y al catálogo de prestaciones definido por el Ministerio de Salud Pública (MSP). La prueba deberá ser indicada por el médico tratante del usuario, en base a criterios establecidos por el Departamento de Vigilancia en Salud del MSP en un documento con fecha 2 de abril. Si la persona presenta síntomas de “enfermedad tipo influenza” –fiebre y síntomas o signos de enfermedad respiratoria aguda alta y/o baja, como tos y rinitis– sin otra causa identificada, la confirmación mediante prueba de laboratorio quedará a cargo del prestador y deberá ser aprobada por la dirección técnica. Si la persona presenta infección respiratoria aguda grave, el caso deberá ser notificado al Departamento de Vigilancia en Salud del MSP dentro de las primeras 24 horas de la sospecha, y la confirmación quedará a cargo del prestador o del MSP. Por lo tanto, la actitud que adopte y los criterios que siga el prestador se vuelven centrales. También juega la disponibilidad de recursos.
Raúl Rodríguez, presidente del CASMU, dijo a la diaria que la institución solicitó cerca de 7.000 kits diagnósticos mensuales a proveedores de Estados Unidos y Alemania, pero su llegada se ha retrasado por dificultades con los vuelos. Está previsto que la primera tanda llegue a Uruguay este miércoles. Mientras tanto, el CASMU manda las muestras –aproximadamente seis por día– a laboratorios externos. Para realizar las pruebas se toman en cuenta “las indicaciones médicas y la capacidad de pago que tenemos”, indicó Rodríguez.
La Asociación Española lleva a cabo entre 30 y 40 testeos diarios, y tiene capacidad para hacer 150, dijo a la diaria Julio Martínez, gerente general de la institución. Se hace por indicación médica. “Hasta ahora no se ha puesto limitación económica. A medida que lleguen más test podemos reconsiderarlo, pero hasta ahora lo hacemos con los criterios de MSP y por indicación médica”, dijo.
El Círculo Católico realiza entre cinco y diez test por día. “Jamás hay un impedimento de pago o administrativo en esto; si el médico lo entiende necesario, se mandan hacer”, aseguró a la diaria Cecilia López, presidenta de la institución. López señaló, no obstante, que si bien no es el caso del Círculo Católico, algunas instituciones privadas no cuentan con suficientes hisopos para hacer los test y “han pedido a otras instituciones” los recursos. El objetivo de la reunión de este martes con las autoridades debería ser, en opinión de López, evaluar en conjunto las capacidades de las instituciones. Afirmó que la mayoría de los prestadores no cuestiona que se incorpore la prueba como prestación, sino que lo que se busca es “tratar de asegurar cuál es la cantidad de test que se requiere, qué tenemos, qué tiene cada uno y cómo nos podemos organizar para evitar que en el futuro, cuando alguien pida un test, se diga: ‘no te lo puedo hacer’”, sostuvo.
Carlos Cardoso, presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), coincidió en que existen dos “cuellos de botella” para la realización de testeos: la existencia de suficientes hisopos de fibra inorgánica y la disponibilidad de líquido de transporte. Cardoso dijo que no ve “grandes dificultades en la interpretación de a quién se le pide testeo”, pero sí deben atenderse estos cuellos de botella, que a veces están determinados por la importación de insumos de otros países. Afirmó que por el momento no se ha dejado de hacer ninguna prueba por falta de insumos, pero añadió que “hay restricciones”, ya que “la cantidad de reserva que tienen las instituciones es poca”. Fepremi está haciendo aproximadamente 40 pruebas por día, que envía al Sanatorio Americano.
En tanto, los testeos que llevan a cabo la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto Pasteur rondan los 50 por día, dijo a la diaria el rector de la Udelar, Rodrigo Arim. Mayormente reciben muestras de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y del Hospital Militar. Se dispone de capacidad para hacer 90 test por día. “No nos hacen llegar la cantidad de muestras suficientes para llegar a ese nivel”.
El costo de los testeos
No está claro todavía quién se hará cargo de los costos de la realización de las pruebas de diagnóstico de covid-19. El decreto del 1º de abril faculta al MSP y al Ministerio de Economía y Finanzas “a realizar el correspondiente estudio de costos de la técnica que se incorpora a través” de la norma, “así como promover los instrumentos reglamentarios a fin de establecer el pertinente financiamiento”.
Carlos Cardoso, de Fepremi, aseguró que el MSP dijo en distintas instancias de teleconferencias con los prestadores que “se reembolsará a las mutualistas el costo” al menos por 90 días, aunque esto podría extenderse según la situación y de acuerdo con el estudio de costos que haga el MEF.
Por el momento, algunos prestadores privados, como la Asociación Española y el Círculo Católico, no cobran nada a sus usuarios por la realización de la prueba. El CASMU tiene previsto cobrar un ticket, que no podrá superar los 800 pesos. El costo de un testeo en un laboratorio privado oscila entre 2.000 y 5.000 pesos.