Una larga investigación realizada durante varios meses por la Agencia Pública de Brasil, reveló que durante el tiempo que el ex juez Sérgio Moro se desempeñó como ministro de Justicia y Seguridad Pública se firmaron varios acuerdos con la Agencia Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), con lo que se incrementó la influencia de los agentes extranjeros tanto en la Policía Federal brasileña como en otras reparticiones del Estado dedicadas a la lucha contra el crimen.

Según la investigación periodística, entre otros hechos, agentes estadounidenses estuvieron en un centro de inteligencia brasileño situado en la zona de la triple frontera y además se proporcionó a los investigadores extranjeros datos biométricos de ciudadanos brasileños.

Los vínculos de Moro con el FBI parecen haber sido muy estrechos. Según el informe de Agencia Pública, en julio del año pasado, pocos días después de que el sitio de investigación The Intercept publicara los documentos del llamado Vaza Jato, el ex juez aprovechó unos días de licencia para viajar a Washington a reunirse con autoridades del FBI, datos a los que se accedió mediante la Ley de Acceso a la Información. Pocos días después del viaje de Moro a la capital estadounidense, el hacker Walter Delgatti fue detenido por la Policía Federal y admitió haber accedido en forma ilegal a los teléfonos de Moro y otros integrantes de la causa Lava Jato, en los que quedó en evidencia el accionar político del ex juez en la causa.

Desde la Agencia Pública se informó que intentaron comunicarse con Moro, pero él nunca respondió a las preguntas que le enviaron por correo electrónico.